Hazrat Inayat : Awakening pt IX (Spanish version)

Hazrat Inayat : Despertar pt IX 

En la publicación anterior de esta serie, Hazrat Inayat Khan explica algo de la comprensión mística de la consciencia. Aquí, él continúa en una tónica similar sobre el tema de la inteligencia. 

 Tenemos el mismo problema con inteligencia que con consciencia.  Conocemos la inteligencia como algo que es inteligente; hay una diferencia entre inteligencia y algo que es inteligente. Inteligencia en la cual una determinada consciencia se refleja, se vuelve inteligente, pero la inteligencia no necesita saber, de la misma forma que la consciencia no necesita ser consciente de nada; es la facultad cognitiva. Si mantenemos a una persona en una habitación oscura con colores llamativos y hermosas imágenes, no podrá verlos. Sus ojos están abiertos, su vista está muy bien, pero lo que está delante de él no se refleja en su vista.  Lo que hay es visión, pero nada se refleja en ella.  Así es con la consciencia y así es con la inteligencia – inteligencia que es consciencia y consciencia que es el alma. 

 Hoy la ciencia dice que hay un despertar gradual, paulatino de la materia hacia la consciencia y que la materia se vuelve totalmente inteligente en el hombre. El místico no niega esto; pero ¿de dónde viene la materia? ¿Qué es? La materia es inteligencia de todos modos. Es sólo un proceso, entonces si la inteligencia se manifiesta en el hombre, es el desarrollo de la materia. Pero inteligencia que es inteligente, comienza con inteligencia y termina en inteligencia. El espíritu es la fuente y el alma de todas las cosas.  Si la materia no tuviera espíritu en ella, no despertaría, no se desarrollaría. En la materia la vida se revela, descubre, se da cuenta de la consciencia que ha sido, por así decirlo, enterrada en ella durante miles de años. Mediante un proceso gradual se realiza a través de los reinos vegetal y animal y se revela a sí misma en el hombre, entonces retoma su condición original. La única diferencia es que en esta culminación, este cumplimiento del espíritu que se manifiesta en el hombre, hay variedad.  Hay un gran número de seres, millones y miles de millones, pero su origen es un único Ser; por lo tanto el espíritu es uno cuando no se manifiesta, y muchos en el reino de la manifestación; la apariencia de este mundo es variedad. La primera impresión que el hombre tiene es que hay muchas vidas, y esto genera lo que llamamos ilusión, que mantiene al hombre ignorante del ser humano. La raíz de donde proviene, el estado original de su ser, el hombre no lo conoce.  Él está todo el tiempo bajo la ilusión del mundo de la variedad, que lo mantiene absorto, fascinado y ocupado, y al mismo tiempo ignorante de su verdadera condición, porque está dormido a un lado de la vida y despierto a la otra, dormido al interior y despierto al exterior. 

Podemos preguntar cómo se despierta a esta vida interior, que nos hace despertar, y si es necesario que seamos despertados.  La respuesta es que toda la creación fue hecha para despertar. Pero este despertar es principalmente de dos tipos: un tipo se llama nacimiento, el nacimiento del cuerpo cuando el alma se despierta en una condición donde es limitada, en la esfera física, en el cuerpo físico, y mediante el cual el hombre se vuelve prisionero; y hay otro despertar, que es despertar a la realidad, y que es llamado el despertar del alma. El primero es despertar al mundo de la ilusión, el otro es al mundo de la realidad. 

Pero debemos saber que hay un tiempo para todo, y cuando no ponemos atención en esto, cometemos un error. Cuando uno despierta a una persona a las dos de la mañana, su sueño se interrumpe; debería dormir toda la noche, lo necesita. Con mucha frecuencia las personas, sin saberlo, tratan de despertar a alguien, puede ser su esposa, su esposo, su amigo, su pariente, o su hijo. Alguno puede sentirse muy ansioso por despertar a otro.  A menudo se siente solo y piensa, “está cerca de mí, él también debe estar despierto”. Es lo mismo con aquel que fuma o bebe: quiere que otra persona lo haga con él, de la misma manera que, para una persona que está en modo divertido, es aburrido si otra persona no puede entender el chiste.  Naturalmente, por lo tanto, el deseo y la tendencia de quien despierta a la vida superior, a la realidad, es despertar a otros.   No puede evitarlo; es natural. Si no lo fuera, él diría, “Bueno, lo experimento, lo disfruto; ¿no es eso suficiente? ¿Por qué tengo que preocuparme de los que están frente a mí como paredes de piedra?” Esas personas han trabajado duro toda su vida y han sido exiliadas, flageladas, martirizadas, crucificadas, y cuando han despertado a una determinada esfera donde disfrutan de armonía y paz, quisieran que otros también puedan experimentarlo y disfrutarlo de la misma manera. Pero muy a menudo somos demasiado impacientes y poco racionales, y queremos despertar a las personas antes de que sea el momento.  

Continuará… 

Traducido por Inam Anda 

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