Musharaff : My Mother pt. I (Spanish version)

Musharaff: Mi madre pt. I 

Musharaff Moulamia Khan (1895-1967 EC) fue el hermano menor de Hazrat Inayat Khan, y aquí da algunos recuerdos de su madre, Khadija Biy (1868-1902 EC). 

Las damas de la casa de Moula Bakhsh, con Khadija Biy, su hija menor, señalada. 

Mi madre era callada y reservada. Sus intereses eran literarios y le gustaba la poesía y la filosofía. También era piadosa y religiosa y fue educada en dos religiones. Ella tenía el mismo interés en la religión del Islam (debe recordarse que esta palabra significa paz) y en la religión de los hindúes. Le encantaba especialmente la visión feliz de la vida, y en esto se parecía a su padre, Moula Bakhsh, quien siempre veía el lado feliz de las cosas. Y por eso le encantaba la manera en que los hindúes expresan los muchos aspectos felices de Dios en figuras simbólicas de dioses y diosas que representan el deleite, la prosperidad y la benevolencia, como el de muchos brazos que representa la ayuda múltiple ofrecida perpetuamente por la Divinidad. También amaba la figura simbólica de Ganesh, la cabeza de elefante, que representa la majestad tranquila, la fuerza y ​​la paciencia de Dios. 

La influencia de mi madre, que era el miembro más joven de su familia, fue abrumadora incluso sobre todos los mayores, quienes la escucharían con reverencia y respeto, y escucharían sus consejos como si vinieran de un alma vieja y sabia. Dejó esta impresión en muchas almas incluso después de su muerte. Incluso sentada con su sencillo vestido, uno podía reconocerla como una reina. Inayat Khan siempre nos hablaba de ella con esta impresión; la había visto así. 

Una vez invitaron a una bailarina a nuestra casa; como siempre, los músicos y artistas tenían que venir primero a nuestra casa y tocar y cantar antes de que fueran admitidos para actuar ante el Maharajá, y le pidieron que se sentara cerca de mi madre, pero ella dijo, “el polvo que vuela de sus pies es purificación para mí y eso se convierte en un paraíso para mí”. Se sentía indigna de sentarse cerca de ella. Su personalidad inspiraba respeto, debido a su pureza de corazón y nobleza de carácter. Incluso si se sentaba en compañía de las mujeres mayores, tenía una influencia natural sobre ellas, atrayendo su respeto y gran estima. Su personalidad era tan imponente que, con toda su modestia y sencillez, sus palabras tenían un peso muy grande. 

Continuará… 

Traducido por Yaqín Anda 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.