Hazrat Inayat: Reacción pt I
La publicación reciente de un texto de Hazrat Inayat Khan sobre la elección esencial entre ser parte del mecanismo o un ingeniero que trabaja con la máquina generó preguntas en la mente de algunos lectores. Específicamente, el último párrafo, en el que Hazrat Inayat comienza a hablar de dominar los sentidos, a primera vista parece ser un paso en una dirección inesperada. El siguiente pasaje da más información sobre el tema. Debido a la longitud, se publicará en dos partes.
Toda circunstancia, favorable o desfavorable, en la que un hombre se encuentra, y toda persona, agradable o desagradable, en cuya presencia él está, hace que reaccione. De esta reacción depende la felicidad del hombre y su progreso espiritual. Si tiene control sobre esta reacción, significa que está progresando; si no tiene control sobre ello, muestra que está retrocediendo.
Cuando tomas a dos personas, una sabia y una necia, la persona sabia reacciona más intensamente que la necia; además, una persona sutíl reacciona naturalmente más que una densa, una persona justa más que una injusta, y una persona espiritual más que una materialista. Y, sin embargo, es falta de dominio cuando uno no tiene control sobre sus reacciones. Una persona que es libre, espiritual, sensible, sabia y justa, pero que no tiene control sobre sus reacciones, está incompleta. Y esto demuestra que incluso volverse sutíl, porque todas estas cualidades, aunque hacen que uno sea más fino y sensible, sin embargo, lo debilitan ante las influencias perturbadoras de la multitud; y cuando este sea el caso, uno no será perfecto.
El equilibrio de la vida radica en ser tan libre como un hilo y tan fuerte como un cable de acero. Si uno no muestra resistencia y fortaleza para resistir todas las influencias opuestas y perturbadoras entre las que siempre tiene que estar en la vida, ciertamente revela una debilidad y falta de desarrollo. En primer lugar, esta reacción causa al hombre una cierta cantidad de vanidad. Él cree que es mejor que quien lo perturba, aunque no puede decir con certeza que es más fuerte. Cuando no puede soportar las condiciones que lo rodean, puede pensar que es una persona superior, pero en realidad las condiciones son más fuertes que él.
Si nacemos en la tierra, si estamos destinados a caminar sobre la tierra, no podemos soñar con el paraíso cuando tenemos que permanecer firmes en todas las circunstancias que la tierra nos presenta. Cuando una persona progresa hacia la espiritualidad, debe tener en cuenta que, junto con su progreso espiritual, debe fortalecerse contra las influencias perturbadoras. Si no, debería saber que por mucho que desee progresar, las condiciones, las circunstancias, lo apartarán de su voluntad.
Hay cuatro formas diferentes en que una persona reacciona: en la acción, en el habla, en el pensamiento, en el sentimiento. Una acción produce un resultado definido, el habla produce un efecto, el pensamiento produce una atmósfera, el sentimiento produce condiciones. Por lo tanto, ninguna manera en que una persona reaccione será sin efecto. Una reacción se percibirá rápida o lentamente, pero debe percibirse. Muy a menudo, una reacción no solo es agradable para uno mismo, sino también para otros.
Una persona que responde a un insulto con otro insulto se encuentra en el mismo nivel; el que no responde está por encima de él, y de esta manera uno puede elevarse por encima de las cosas contra las que reacciona, si tan solo sabe cómo volar. Significa volar por encima de las cosas en lugar de pararse frente a ellas como lo hace una persona material. ¿Cómo puede uno llamarse espiritual si no puede volar? Esa es la primera condición de ser espiritual.
Todo el mecanismo de este mundo es la acción y la reacción, tanto en el mundo objetivo como en el mundo de los hombres. Solo que, en el hombre, existe la posibilidad de desarrollar ese espíritu que se llama el espíritu de dominio, y ese espíritu se desarrolla mejor tratando de ganar control sobre las propias reacciones. La vida nos ofrece abundantes ocasiones desde la mañana hasta la tarde para practicar esta lección. Cada movimiento, cada giro que hacemos, nos enfrentamos a algo agradable o desagradable, armonioso o inarmónico, ya sea una condición o una persona. Si reaccionamos automáticamente, no somos mejores que una máquina y no somos diferentes de los miles y millones de personas que lo hacen. La única manera de encontrar en nosotros un rastro de esa herencia divina que es el dominio, es controlando nuestras reacciones contra todas las influencias. En teoría es simple y fácil; En la práctica es lo más difícil que hay que dominar. Pero cuando pensamos en su utilidad, encontraremos que no hay nada en el mundo que sea más necesario y más importante que este desarrollo. Si hay alguna fuerza en el mundo, esa fuerza está dentro de nosotros mismos; y el hecho de que somos capaces de controlar nuestras reacciones es la prueba de esto. Conserva la dignidad, mantiene el honor; esto es lo que alimenta el respeto y esto es lo que mantiene a los hombres sabios; Es fácil pensar, pero es difícil seguir siendo una persona reflexiva.
Continuará…
Traducido al español por Arifa Margarita Rosa Jáuregui