Acerca de la codicia
Un comentario reciente en una publicación de Inner Call mencionó el pecado capital de la gula, y como las palabras y los significados a veces aparecen en nuestras vidas en grupos, no fue de sorprenderse cuando, uno o dos días después, un amigo se refirió a una de las enseñanzas de Chanakya*: “La codicia es el peor enemigo de un individuo”
La codicia comúnmente se refiere a un deseo no moderado de comida, riqueza o poder, pero también podemos verla en acción de otras maneras. Muchos en nuestra época codician experiencias, generalmente de tipo sensorial y cuanto más vívidas y extremas, mejor. Naturalmente, el viajero en el camino espiritual, en busca de una verdad más allá de la transitoriedad de los sentidos, desearía evitar tales excesos, pero también existe tal cosa como la codicia espiritual.
Si por ejemplo, uno visita lugares sagrados (lo que sea que pueda significar, dependiendo de su propio entendimiento) para conseguir algo, como inspiración, poder espiritual, o iluminación, entonces uno todavía no se ha liberado a sí mismo de esta trampa. Si, por otro lado, uno hace la peregrinación para ofrecer respeto, aprecio o gratitud, entonces la codicia ha sido dejada atrás.
A veces podemos confundir la codicia con el intenso anhelo espiritual, pero si hemos aprendido las lecciones del amor, no es difícil ver la diferencia. Si sentimos un deseo por alguien y buscamos atraerlo hacia nosotros cueste lo que cueste, e incluso contra su voluntad, eso es codicia; si amamos lo suficiente como para ser pacientes y tolerantes, para dar lo que sea que podamos por la felicidad de quien amamos sin expectativas, entonces nos hemos elevado más allá del egoísmo. Y en el contexto espiritual aplica la misma lección: si nos podemos someter con paciencia a la voluntad del Uno y mantener viva la llama de la esperanza en nuestro corazón, entonces la codicia ya no nos toca.
*Chanakya fue un filósofo indio del siglo IV AC, estadista y hacedor de reyes. Siendo un Brahmán pandit, encontró al huérfano Chandragupta Maurya y logró ubicarlo en el trono, creando así el primer imperio consolidado en el subcontinente indio. Se le atribuye la fundación de la economía clásica, y su libro de la sabiduría Chanakya Niti todavía se estudia en la actualidad
Traducción: Abdel Kabir Mauricio Navarro J.