La belleza es el objeto
Recientemente, en un retiro rodeado de nobles montañas y verde naturaleza, bendecidos por un sol brillante, trabajamos con una frase del Gayan: “La belleza es el objeto que toda alma persigue”. Como muchas de las máximas de Hazrat Inayat Khan, ésta puede ser entendida de diferentes maneras, dependiendo de la propia afinación. A algunos, quizá, les haga sonreír simplemente escuchar las palabras “belleza” y “alma” en una sola frase; hay un consuelo en este noble pensamiento; podríamos concluir que, si tenemos cosas hermosas a nuestro alrededor, es señal de nuestra espiritualidad. A otros, que trabajan “para conocer y entender mejor la vida” les puede dar otro tipo de sensación de seguridad.
Uno de los obstáculos que deben superarse en el camino espiritual es nuestro propio catálogo de errores. Si somos honestos con nosotros mismos, debemos admitir que hemos incurrido en muchos errores en nuestras vidas, tanto por torpezas cometidas como por oportunidades desperdiciadas, y esas imperfecciones pueden erguirse como barreras entre nosotros y nuestro Ideal Divino. Hasta cuando las saquemos a la luz, hasta cuando las admitamos y las dejemos ir, no seremos libres para soltarnos en la gracia, la compasión y el perdón de la Realidad.
Por esto, la tarea que asumieron los participantes en el retiro fue reflexionar sobre cualquier error que pudieran encontrar en su pasado, y procurar ver que realmente hubo una búsqueda de belleza en cada impulso, sin importar cuan erróneo parezca hoy en retrospectiva. Es una reflexión que puede ser muy útil, pues nos da una nueva perspectiva sobre nuestra naturaleza, y nos ayuda a liberarnos de las limitaciones de nuestro pasado.
Lo que es más, una vez que nos hemos mirado desde esta perspectiva a nosotros mismos, es mucho más fácil ver que en algún lugar, en la raíz de las acciones de otros, de nuestra familia, nuestros amigos y nuestros colegas, por ejemplo, hay la misma búsqueda de belleza. Podemos no estar necesariamente de acuerdo con el método, pero si entendemos el motivo, es mucho más fácil encontrar armonía.
Traducción: Baasit Carrillo