Vislumbres: Con la esperanza de reunirse con el Maestro
El 10 de septiembre, 1926, Pir-o-Murshid Inayat Khan se reunió con un pequeño grupo de estudiantes seleccionados en lo que llamó “Entrevista Colectiva”. Era la última de tales reuniones en los meses de la Escuela de Verano, y Hazrat Inayat Khan sabía que pronto estaría dejando Occidente, y muy probablemente sospecha que no regresaría. Por lo tanto, había cierta intensidad en las palabras del Maestro, pues tácitamente estaba diciendo adiós, y confiando a estos discípulos el trabajo del Mensaje. Esencialmente, sus comentarios enfatizaron la cualidad de la devoción, del valor de mantener al Murshid en sus corazones y resaltó que, incluso estando separados, el Murshid estaría con ellos.
En la conversación que siguió, una persona preguntó si vendría gente más “intelectual” al movimiento, y esto parece haber sido un punto delicado para Hazrat Inayat. En una larga respuesta, subrayó de nuevo la necesidad de permanecer centrados en el corazón, (“Krishna dijo que yo estoy en el corazón de mis devotos. Me pregunto porqué no diría estoy en la cabeza de mis discípulos”) y dio ejemplos de las extrañas teorías que algunas personas le habían adelantado como “intelectualidad”, como centros esotéricos en los Himalayas y en Kashmir, mahatmas, razas de cinco, seis y siete raíces, y poderes ocultos de varias clases. Al concluir su larga respuesta, le formularon la siguiente pregunta.
P: Conozco una persona que estudia a todos los maestros. Los ve en la noche, y cuando se despierta en la mañana. Parece que le han dicho que, si alguna vez ve algún sufi, vaya hacia ellos.
R: Por supuesto, ese maestro debe ser muy gentil con nosotros, debemos respetarlo mucho, es simplemente maravilloso.
Un día se me acercó un hombre. Era muy sencillo, gentil y amable. Dijo, Murshid, usted es muy amable. Le estoy muy agradecido. Me inspira mucho todo lo que nos ha dado. Solo tengo una plegaria ahora. Tal vez a través de su bendición me sea concedida, y es que un día yo vea al maestro.
Le dije, indudablemente, amen.
Traducción al español: Hafiz Juan Manuel Angel