El judaísmo jasídico surgió en lo que hoy es el este de Ucrania durante el siglo XVIII, enfatizando la naturaleza todopoderosa y omnipresente de la Presencia Divina, y la necesidad de aferrarse a Dios en todo momento.
¿Por qué se nos dice que recitemos el verso
“Oh Señor, abre mis labios
y que mi boca declare tu alabanza ”
antes de nuestra oración más sagrada?
Como las orillas a un río,
los labios forman los bordes exteriores del habla humana.
Oramos para que Dios nos libere de esos límites,
Y así nuestra boca declare Su infinita alabanza.
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Cuando una persona comienza su oración, recitando las palabras:
“Oh Señor, abre mis labios
y que mi boca declare tu alabanza ”
la Presencia de Dios entra en él.
Entonces es la Presencia misma
quien comanda su voz;
es ella quien habla las palabras a través de él.
Uno que sabe en la fé
que todo esto sucede dentro de él
se sobrepondrá con temblor
y con temor.
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Hay momentos en que el amor de Dios
Arde tan poderosamente dentro de tú corazón
Que las palabras de oración parecen apresurarse,
Rápidamente y sin deliberación.
En esos momentos no eres tú mismo quien habla;
más bien es a través de tí
que las palabras se hablan.
De Tu Palabra es Fuego – Los Maestros Hasídicos en la Oración Contemplativa Ed. & Tr. Arthur Green y Barry W. Holtz
Traducido al español por Arifa Margarita Jáuregui