Hazrat Inayat: Arte y Religión, 1ª parte
En el mundo de hoy, muy pocos vinculan la religión con el arte, o el arte con la religión. Pero, de hecho, el arte es mucho más importante de lo que la persona promedio se da cuenta, a pesar del dicho de que el arte es lo que el hombre hace y la naturaleza lo que Dios hace. Preferiría decir que la naturaleza es lo que Dios hace como Dios y el arte es lo que Dios hace como hombre. El artista que ha alcanzado alguna perfección en su arte, cualquiera que este sea, se dará cuenta de que no es él quien alguna vez logró algo; es alguien más quien compareció en todo momento. Y cuando el artista produce algo perfecto, le resulta difícil imaginar que fue producido por él; no puede hacer nada más que inclinar su cabeza con humildad ante ese poder y sabiduría invisibles que toman su cuerpo, su corazón, su mente y sus ojos como su instrumento. Siempre que la belleza es producida en el arte, sea este música o poesía o pintura o escritura o cualquier otra cosa, nunca debemos pensar que el hombre la produjo. Es a través de él que Dios completa Su creación; por tanto, no hay nada que se haga en este mundo o en el cielo que cause la perplejidad que separa al hombre de su Señor.
En primer lugar, todo lo que vemos en este mundo, todas las ocupaciones en las que participamos voluntaria o involuntariamente nos llevan a lograr un determinado propósito. Pero es un hecho que hay ciertas cosas en la vida por las cuales alcanzamos un propósito superior y que sólo pueden lograrse mediante una inspiración desde adentro. El arte es un dominio en el que la inspiración se manifiesta con gran facilidad. Para volverse espiritual, para alcanzar inspiración, no es necesario que una persona sea muy religiosa o especialmente buena; lo que se necesita es amor a la belleza. ¿Qué es arte? Es la creación de belleza en cualquier forma que sea. Mientras un artista piense que lo que sea que cree en forma de arte es su propia creación, y mientras sea vanidoso sobre su creación, no ha aprendido el arte verdadero. Porque el verdadero arte sólo puede llegar con una condición, y es que el artista se olvide de sí mismo; que se olvide de sí mismo en la visión de la belleza. Y hay una condición a través de la cual su arte puede ser aún más valioso, y ella es cuando comienza a reconocer lo divino en su arte. Mientras el artista no se haya dado cuenta de esto, no ha tocado la perfección del arte.
En realidad, el arte es la naturaleza re-expresada, perfeccionando la belleza que ya está ahí. La naturaleza de ninguna manera carece de belleza; es perfecta y por lo tanto más exaltante. Pero está más allá del poder de la persona ver la naturaleza como un todo. Sólo ve una parte de ella, y todo lo que sólo se ve en parte es limitado; esta es la limitación que limita la belleza para nosotros. Como el hombre sólo ve una belleza limitada en la naturaleza, su primer impulso es perfeccionarla, y los medios que adopta para mejorarla los llama arte. El alma del hombre es la luz de Dios, y este impulso de mejorar la naturaleza que surge de su corazón es también un impulso divino. Por lo tanto, el arte es divino porque toda la belleza es divina.
En la Biblia dice: “Dios es amor”, y además, “en Dios vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser”. La palabra del Profeta es, “Dios es hermoso y ama la belleza”. Si tomamos estas dos enseñanzas y las unificamos, veremos que Dios mismo es amor y al mismo tiempo belleza. Siendo esto así, en cualquier dirección que el hombre se esfuerce en la vida, lo lleva hacia una cierta belleza. Si desea ser rico o tener una alta posición, cualquiera que sea su objetivo en la vida, de una forma u otra es para obtener belleza. Sin duda la idea de belleza es diferente para cada individuo; uno considera que la belleza consiste en un ambiente hermoso, otro que significa vestirse con ropas hermosas; otro más piensa que la gracia de movimiento, de maneras o de la expresión, es belleza. Una persona ve belleza en el carácter, otra en la virtud; una encuentra belleza en el verso, otra en el ámbito de la música; una admira la belleza que es externa, otra busca la belleza interior. Y es el método de crear belleza, bajo cualquier aspecto, lo que llamamos arte.
Continuará…
Traducido por Inam Rodrigo Anda
Nunca encontré una definición que exprese con tal fidelidad mis sentimientos hacia el arte, o el proceso de creación del arte. Me cuesta trabajo pensar que yo “hago” las fotos que digo crear. La mayor parte de las veces no puedo dar cuenta del proceso. Entonces miro al cielo y en silencio digo: gracias. Por esa razón me cuesta escribir sobre las fotos que creo. A veces no se qué decir sobre ellas porque no son lo que describen visualmente.