Hazrat Inayat: Radiodifusión de Navidad 1925
Aunque la época de Navidad está terminando, el siguiente mensaje aún puede ser oportuno. Se trata del texto de un discurso radial de Hazrat Inayat Khan en Nueva York, el 25 de diciembre de 1925.
Como un llamado del cielo a la tierra, como un beso del sol a la luna, como una palabra de Dios al hombre, así es el mensaje del Oriente al Occidente. ¿Qué les trae a ustedes, amigos? Les trae buenas noticias, con torrentes de amor y buena voluntad, fluyendo de oriente a occidente, con la promesa del rompimiento del amanecer. Oriente y Occidente, que son las dos manos del mismo cuerpo, se acercarán juntas en simpatía y entendimiento. Mientras una mano sostenía la cabeza pensante, la otra ha estado ocupada en el trabajo. Es el intercambio de pensamiento y acción entre Oriente y Occidente lo que equilibrará al mundo.
¿Qué significa pensamiento? Penetración de la mente a través del espíritu y la materia. ¿Qué es lo que propicia? Una comunicación entre el conocedor y el conocimiento, entre el hombre y la vida. La persona intelectualmente desarrollada ve solo un lado de la vida. Esto es lo que hace la diferencia entre una persona inteligente y un hombre sabio. La sabiduría que se gana aprendiendo es solo sabiduría mundana, pero la sabiduría que se gana espiritualmente amplía el horizonte de la visión del hombre, profundiza su pensamiento, le da esa dicha celestial que los placeres terrenos no pueden darle y trae a su corazón la paz que no se experimenta en la tierra.
El despertar espiritual no significa ser religioso, ni significa ser virtuoso en el sentido mundano de la palabra. Significa darse cuenta de sí mismo en su mayor altura y su más honda profundidad. Esta comprensión hace que se sienta el universo entero en el interior, y que se encuentre allí mismo todo lo que se estaba buscando. Como dice en el Gayan, “Cuando un atisbo de nuestra imagen es atrapado en el hombre, cuando cielo y tierra son buscados en el hombre; entonces, ¿qué hay en el mundo que no esté en el hombre? Si tan solo lo exploramos, es mucho lo que hay en el hombre”.
El Oriente debe adoptar los métodos occidentales de invención, de comercio, de industria. El Occidente debe alcanzar la realización espiritual con los ideales elevados de Oriente. Así ambos, Oriente y Occidente, apreciarán los frutos del trabajo del otro. La ignorancia que ha mantenido a la humanidad dividida en castas, credos, raza, nación o religión se despejará como la niebla en el sol, y un vínculo de simpatía se establecerá entre los hombres.
¿Está el mundo en paz hoy? ¿Está la humanidad realmente progresando? ¿Es materia todo lo que hay? No. La paz en el mundo debe ser provocada; el verdadero progreso se dará cuando la humanidad avance espiritualmente. Materia no es lo único que hay. Hay algo más elevado y eso es el dominio de mayor comprensión de la consciencia más elevada. ¿El hombre negará esto? Y si lo hiciera, ¿Cuánto tiempo estará satisfecho sin eso? Tarde o temprano llegará un momento en que los individuos y la multitud, obligados por su predisposición, buscarán la verdad que permanece más allá de los hechos. ¿Ha terminado el tiempo del letargo con el fin de año? Esperemos que así sea. Anhelamos el día en que el desarrollo industrial y comercial no sea el único signo de civilización, sino cuando la civilización se manifieste en el ámbito de la cultura espiritual.
¿Qué educación daremos a las próximas generaciones? El ennoblecimiento del alma, la ampliación de la perspectiva de la vida, la elevación de la consciencia. ¿En qué los convertirá? No en ascetas, no en ortodoxos, no en personas intolerantes, sino en almas conscientes de la hermandad que consideran el placer y el disgusto de Dios en el placer y disgusto del hombre. Su lucha no será solo por los tesoros de la tierra; sus mentes pensarán, sus corazones sentirán, sus almas verán la vida interior y exterior. ¿Serán personas mundanas? ¿Serán almas celestiales? Ambas. Darán al mundo lo que es del mundo y darán a Dios lo que es de Dios.
Llegará un día cuando los seguidores de todas las diferentes denominaciones, ya sea cristianos, musulmanes, hindúes o judíos, se sentirán como en casa en el sitio de culto del otro, como se sentirían en su propia iglesia, y así inaugurarán el Culto Universal. Como el sufí dice,
Una iglesia, un templo o una piedra de la Ka’ba,
el Corán o la Biblia o el hueso de un mártir,
todo esto y más mi corazón puede tolerar,
ya que mi corazón ahora es solo amor.
Ahora levanto mis manos hacia el Cielo y
deseo:
Que Dios les conceda,
pensamiento que se expanda,
sentimiento profundo,
amistad que no termine,
amor que no cambie,
un tesoro que siempre crezca,
felicidad que no termine,
fe que la razón no pueda sacudir,
devoción que soporte todas las pruebas,
luz que arda continuamente,
vida que viva por siempre.
Dios les bendiga.
Traducido por Inam Rodrigo Anda
Gracias!!
Que nuestros corazones se expandan!
Cuanta gratitud maestro H I K!
Un año que ha puesto a prueba
La fe ! Que no se deja sacudir
El mayor tesoro La Paz en el corazón humilde