Hazrat Inayat: Misticismo Pt X
El camino alcanzado por la acción (cont.)
Este texto continúa con el tema comenzado en esta publicación
Llegando ahora a la acción. Hay ciertas acciones como comer, beber, sentarse y caminar, que no son diferentes a las de los animales. Por consiguiente, si el hombre en sus acciones no muestra algo que no se encuentra en los animales, es porque no se ha despertado en él la naturaleza humana; no puede mostrar algo de las características de un ser humano. Podríamos preguntarnos ¿Cuáles son?
Las mismas acciones como sentarse y dormir, tienen detrás una luz para guiar. Porque en el momento en el que el hombre piensa que no debe empujar a otro al caminar y dice “lo siento”, muestra una tendencia a ser diferente de los animales, pues estos deben rozarse unos a otros mientras el hombre muestra que no hará eso. Los animales pasaran delante de otro y en lugar de hacerse una venia entre sí, muestran sus cuernos y su saludo será un aullido. El hombre será diferente. ¿Cuál es la característica especial del hombre si no la consideración, el refinamiento, la paciencia, la amabilidad? Y una vez que las practica, lo conducen a otra acción; lo llevan a la práctica del auto sacrificio que conduce a la Acción Divina. Cuando el hombre sacrifica su tiempo, sus beneficios en la vida por el bien de otro a quien ama, respeta, adora, este sacrificio lo eleva por encima de cualquier nivel de los seres del común. Porque es de la naturaleza Divina, que no es humana. Y el ser humano comienza a pensar como Dios piensa y sus acciones se vuelven cada vez más divinas y se convierten en las acciones de Dios, tal persona es más grande que aquella que simplemente cree en Dios, porque sus propias acciones se convierten en las acciones de Dios.
Aquel cuya alma esta despierta, ve todos los actos de la gente adulta como actos de los hijos de un Padre. Los mira como el Padre miraría a todos los seres humanos de la tierra, sin pensar que son alemanes, o ingleses o franceses. Los quiere a todos por igual. Mira a todos lleno de perdón; no solo a aquellas almas despiertas que lo merecen, sino también a las otras, que no lo merecen. Comprende, porque comprende la razón que hay detrás de todo.
A través de ver el bien en todo el mundo y en todo, empieza a desarrollarse la Luz Divina, que se expande a si misma arrojándose sobre la mayor parte de la vida, haciendo toda la vida como una escena de la Supremacía Divina. Lo que el místico desarrolla en la vida es una perspectiva más amplia, y esa perspectiva más amplia cambia su actuar. Desarrolla dentro de sí un punto de vista que puede ser llamado el Punto de Vista Divino. Es inevitable llamar a este el punto de vista Divino cuando una persona asciende al estado en el que todo cuanto le hacen, piensa que viene de Dios; y cuando siente que hace bien o mal, siente que le hace bien o mal a Dios. Una vez que llega a esto, esta es la verdadera religión. No puede haber una mejor religión que esa, la religión de Dios en la tierra.
Este es el punto de vista que hace a una persona como Dios, divina. Se resigna cuando la tratan mal. Pero se reprenderá a si misma si llega a encontrar fallas en sus propias acciones, porque esa es una acción hacia Dios. Por consiguiente, el concepto del místico de la Deidad no es solamente el de un rey, o un juez o un creador; la concepción mística de Dios es el Amado, el único Amado que existe. Para él todo el amor de este mundo, es como el de niñas pequeñas jugando con sus muñecas, amándolas. De esa forma aprenden la lección que tienen que realizar más tarde en su vida al encargarse del hogar.
El místico aprende la misma lección mostrando sinceridad y devoción a todo tipo de creaturas, y debe dedicarse y consagrarse a sí mismo, para despertarse al Amado, el único Amado que existe y hacia Quien todo amor es debido.
Continuara…
Traducción al español: Hafiz Juan Manuel Angel
Qué belleza!! Muuuuchas gracias??