Hazrat Inayat Khan: Pasar por alto
Existe una tendencia que se manifiesta en forma creciente en quien avanza espiritualmente, y esa tendencia es la de pasar por alto*. A veces esa misma tendencia puede parecer negligencia, pero en realidad la negligencia no es pasar por alto, negligencia es no mirar. Pasar por alto, en otras palabras, puede decirse que es elevarse por encima de las cosas. Es necesario elevarse para pasar por alto; aquel que se mantiene abajo en la vida no puede pasar por alto, aunque lo quisiera. Pasar por alto es una forma de bondad, es mirar y al mismo tiempo no mirar, es ver y no tomar nota de ver, es ser herido o maltratado o perturbado por algo y aun así, no importarle. Es un atributo de nobleza de naturaleza, es un signo de las almas que se han afinado a una nota superior.
Se podría preguntar, ¿es esto práctico? No siempre sería capaz de decir que es práctico, pero igual, eso es lo que quiero decir, pues quien pasa por alto entenderá su practicidad. Puede ser que lo entienda en el largo plazo, después de haberse encontrado con muchísimas desventajas después de hacerlo. Sin embargo, está bien lo que termina bien. Muchas veces, al pasar por alto, el costo es menor que el de tomar nota de algo que bien podría ser pasado por alto. En la vida hay cosas que importan y cosas que no importan, y a medida que avanzamos en ella encontramos que hay muchas cosas que no importan, que igual se pueden dejar pasar. Aquel que tome nota de todo lo que le llega en su camino, gastará su tiempo en un viaje que tardará toda su vida en lograr. Mientras se remonta la montaña de la vida, cuyo propósito es alcanzar la cumbre, si una persona se preocupara por todo lo que le llega, sería tal vez incapaz de alcanzar la cima, estaría en la parte de abajo siempre preocupado por todo.
Ningún alma luego de entender que la vida son solo cuatro días en esta tierra, se preocuparía por pequeñas cosas; se preocuparía por cosas que realmente importan. En la lucha por pequeñas cosas las personas pierden la oportunidad de lograr grandes cosas en la vida. Aquel que se preocupa por pequeñas cosas es pequeño, el alma que piensa en grandes cosas es grande.
Pasar por alto es la primera lección de perdón. Esta tendencia resulta del amor y la solidaridad, pues cuando odiamos tomamos nota de cada pequeña falta, pero cuando amamos a otro pasamos por alto las faltas de manera natural, y con mucha frecuencia tratamos de convertir las faltas de otra persona en méritos. La vida tiene infinitas cosas que sugieren belleza y numerosas cosas que sugieren fealdad, hay méritos sin fin y faltas sin fin y nuestra perspectiva en la vida va de acuerdo a nuestra evolución. Mientras más alto nos hayamos elevado, más amplio es el horizonte ante nuestra vista.
Es la tendencia a solidarizarnos la que nos lleva a pasar por alto, y es la tendencia analítica la que sopesa y mide y toma nota de todo. “No juzguéis,” dijo Cristo, “y no seréis juzgados.” Mientras más pensamos en esta lección, más profundo llega al corazón y todo lo que aprendemos de ella es intentar pasar por alto todo lo que no se ajuste a nuestras ideas de cómo deberían ser las cosas en la vida, hasta que se llega al estado de entendimiento en el que la vida entera nos parece una sublime visión de la inmanencia de Dios.
*Entre las muchas cualidades que puede desarrollar un estudiante, los sufíes incluyen “pasar por alto”, y se refieren a esto con la palabra persa “darguza”.
Traducido por Hafiz Angel y Juan Amin Betancur