Hazrat Inayat: La certeza de la vida en el más allá II
Hazrat Inayat Khan ofrece ahora un breve resumen de la forma en la que podemos llegar a confirmar en nuestra conciencia aquello que está más allá de la mortalidad. La publicación anterior está aquí.
En realidad, la mortalidad es nuestra concepción, la inmortalidad es la realidad. Hacemos una concepción de la mortalidad porque no conocemos la vida real. Al darnos cuenta de la vida real, la comparación entre la vida real y la mortalidad nos hace saber que la mortalidad no existe.
Por lo tanto, no sería una exageración si dijera que el trabajo de un Sufi es un desaprendizaje. Lo que está acostumbrado a llamar o reconocer como vida, comienza a reconocerlo como muerte. Y lo que está acostumbrado a llamar muerte, comienza a reconocerlo como vida. Por lo tanto, la vida como la muerte no son para él condiciones a las que está sujeto, sino que son condiciones que él se impone a sí mismo. Un gran Sufi persa, Bedil, dice: «Por mí mismo me hago cautivo, y por mí mismo me hago libre». Si tuviera que interpretarlo en un lenguaje sencillo diría que: «Por mí mismo muero, y por mí mismo vivo». Pero, ¿por qué lo dice un Sufi? ¿Por qué no lo dice todo el mundo? Porque para un Sufi es una condición que él provoca; para otra persona es una condición en la que está indefenso.
Y ahora me preguntarás, ¿de qué manera se puede lograr esta realización? Lo primero es que uno debe aprender en cada pequeña cosa en la vida la manera de desaprender. Por la dificultad en mi propio trabajo encuentro grandioso cuando una persona viene a mí y dice: «Hasta aquí he aprendido, ¿añadirás algo más a mis conocimientos?» Y en mi corazón digo: cuanto más has aprendido, peor es para mí. Y si quisiera añadir algo más, no sería añadir, sería quitarte algo para poder desahogarte de todo lo que has aprendido, para que puedas desaprender primero, y que a través de este desaprender lo que venga sea el verdadero aprendizaje. Pero uno podría decir: «Entonces, ¿es inútil que aprendamos lo que aprendemos en la vida?». Y la respuesta es: “No, todo es útil, pero ¿para qué? Para ese objeto que estás buscando”.
Cuando se desea buscar el secreto de la vida, el aprendizaje que uno llama aprendizaje, eso es lo primero que hay que desaprender. Sin duda es algo difícil de entender para todos. Y sin embargo, cuando leemos la vida de Rumi, un gran Maestro, y su Maestro, Shams Tabriz, la primera lección que le dio a Rumi fue esa: desaprende todo lo que has aprendido. Y ahora me preguntaréis ¿este desaprender es olvidar todo lo que se aprende? En absoluto. No es necesario. Este desaprender es: ser capaz de decir con razón, con lógica, lo contrario de lo que uno sabe. Cuando estás acostumbrado a decir: esto está mal, esto está bien, esto es bueno y esto es malo, esto es grande y esto es pequeño, y esto es más alto y esto es más bajo, esto es espiritual y esto es material, esto es arriba y esto es abajo, y esto es antes y esto es detrás, si puedes usar las palabras opuestas para cada uno con razón y con lógica, naturalmente habrás desaprendido lo que una vez aprendiste.
Es después de esto que comienza la realización de la Verdad, porque entonces la mente no está fija. Y es entonces cuando uno se ha vuelto vivo, porque su alma ha nacido. Es entonces cuando uno se vuelve tolerante, y es entonces cuando uno perdona. Porque comprenderá tanto a su amigo como a su enemigo. Entonces nunca tiene un punto de vista; tiene todos los puntos de vista. Tú dirás: “¿No es peligroso tener todos los puntos de vista? Entonces no tengo mi punto de vista’. No es necesario. Puedes tener una habitación en casa o diez; puedes usar cada una como quieras. Cuantos más puntos de vista uno pueda ver, mayor será su punto de vista.
Pero todo esto se alcanza mediante el proceso meditativo, sintonizándose uno mismo, llevándose a sí mismo a un ritmo adecuado, mediante la concentración, la contemplación y la meditación, y mediante la realización; muriendo y viviendo ambos al mismo tiempo. Para elevarse por encima de la muerte hay que morir primero. Para elevarse por encima de la mortalidad hay que saber lo que es. Pero esto es cierto, que si hay una cosa más grande y más importante que uno desea lograr en la vida es una, y esa única cosa es elevarse por encima de la concepción de la muerte.
Continuará…
Traducido al español por Arifa Margarita Rosa Jáuregui