Hazrat Inayat: El lado más profundo de la vida, parte III
Continuamos con la charla presentada a bordo del SS Volendam en diciembre de 1925, mientras navegaba a Nueva York. La conferencia comienza en esta entrega y continúa aquí. Cuando Hazrat Inayat terminó su conferencia, recibió una serie de preguntas bastante reflexivas de la audiencia, y sus respuestas son particularmente perspicaces.
P .: Hay algunos que consideran el lado más ligero de la vida más importante, y otros, el lado más profundo de la vida. ¿Habría una posibilidad para aquellos que consideran que el lado más ligero de la vida se desarrolle y así puedan darse cuenta del lado más profundo de la vida cada vez más? ¿Por el pensamiento práctico, – no por palabras o dogmas, que no son bien entendidos por las personas -, sino por el pensamiento práctico que conduce a una comprensión adecuada del lado más profundo de la vida?
R .: Así como es necesario tener reposo después de la acción, así también es necesario vislumbrar el lado más profundo de la vida después de haber realizado los deberes cotidianos. Por consiguiente, las religiones han enseñado oraciones. También había iglesias donde la gente solía ir todos los días para estar en un ambiente adecuado y para estar en silencio. Y ahora la religión se ha convertido en algo secundario y la vida del ser humano ha producido más luchas; naturalmente, el hombre apenas tiene tiempo de ir a un lugar solitario o a una iglesia y guardar silencio. Los pocos que tienen tiempo y que desean continuar con la religión, una vez a la semana van a un servicio.
Por lo tanto, si hay una manera a sugerir en el momento presente, es la forma del esoterismo, el camino esotérico, que significa estudiar por un lado, practicar por otro lado, y meditar además, haciendo estas tres cosas. Preguntarás: “¿Qué estudiar?” Hay dos tipos de estudios. Un tipo es leer las enseñanzas de los grandes pensadores, y tenerlas en cuenta, estudiar metafísica, psicología, misticismo. Y el otro estudio es estudiar la vida. Todos los días tenemos la oportunidad de estudiar, pero debe ser el estudio correcto. Cuando una persona viaja en un tranvía, en el tren, con un papel en la mano, quiere leer las noticias de sensaciones que no valen nada. Pero para leer la naturaleza humana que está ante ella, con la gente yendo y viniendo, si ella continuara leyendo esto, comenzaría a leer a los seres humanos como cartas escritas por la pluma divina, que hablan de su pasado y futuro. Observar los cielos, la naturaleza y todas las cosas que vemos en la vida cotidiana y reflexionar sobre ellas y querer entender, este es un tipo de estudio mucho mayor, incomparablemente mayor que el estudio de los libros.
Y luego está la práctica, una práctica que los yoguis y sufíes en el Este han experimentado durante muchos, muchos años. Y es su experiencia de miles de años la que han dado como una tradición de maestro a alumno. Maneras de sentarse, maneras de estar de pie, de respirar adecuadamente, estar en silencio, relajarse, concentrarse, sentirse inspirado, alegre, más tranquilo. Por supuesto, para tal práctica es necesaria la ayuda de un maestro.
Y lo tercero es la práctica en la vida cotidiana, practicar el principio que uno ha estimado en la vida, defender el ideal que siempre se ha tenido en el corazón. Estas cosas y muchas otras, como la actitud de uno hacia los demás, nuestros modales con los demás, todo lo que uno hace desde la mañana hasta la noche, todas estas cosas ayudan al desarrollo de uno hasta que se llega a una etapa en la que, naturalmente, uno puede ver el lado más profundo de la vida. En mi experiencia, he visto a infinidad de personas infelices, deprimidas, desesperadas, con ganas de suicidarse, y después de haber estado asi, en tres, cuatro, seis meses, les oí decir: “Después de todo, vale la pena vivir la vida”.
P: ¿Cuál crees que es la vida ideal para la persona promedio?
R: Creo que la vida ideal es, al menos, tratar de estar a la altura del propio ideal. Pero para tener un ideal hay que despertar al ideal. No todos poseen un ideal; muchas personas no lo conocen. No es exagerado decir que las guerras y los desastres que hemos atravesado y toda esta intranquilidad que todos sienten, y el desacuerdo entre las personas que a veces se ve y otras veces no se ve, todo se debe a una cosa, y esa es la falta de ideal. Estamos progresando comercialmente, industrialmente. Pero el progreso en todos los ámbitos de la vida será un día u otro obstaculizado si se destruye el ideal. Si hay algo que se pueda decir que es el medio para salvar al mundo, es el despertar del ideal, que es la primera tarea que vale la pena considerar.
Además, que el hombre promedio considere una cosa y es que “debo vivir una vida de equilibrio”; esto sería de gran importancia. Al mismo tiempo, no es muy difícil. Cuando una persona está ocupada con el trabajo, debe saber que la recreación es necesaria. Cuando una persona se cansa, es necesario tomar reposo. Cuando una persona piensa demasiado, es necesario descansar la mente en un momento determinado, que no tenga que pensar. Pero la vida es embriaguez, es como una bebida, sea cual sea el motivo del ser humano, sea que esté obligado y forzado a vivirla, es toda embriaguez, todo bebida, es actuar sobre ella con todas las fuerzas, pensamientos y sentimientos hasta que suceda que el hombre lo haya logrado o que él sea destruido. Si utilizamos el equilibrio en todo lo que hacemos, obtendremos la clave para vivir una vida de mayor felicidad.
Continuará…
Traducido por Juan Amin Betancur V.