Hazrat Inayat : La vida interior pt XIV
En la anterior publicación de esta serie, Hazrat Inayat Khan enumeró las primeras dos necesidades para el logro de la vida interior, estas son la maestría de la mente, permitiendo que el estudiante ‘desaprenda’, y la ayuda de una guía.
La tercera cosa necesaria para el logro espiritual es recibir el conocimiento. Siendo este el conocimiento del mundo interior, no se puede comparar al conocimiento que hemos aprendido antes. Por eso es necesario desaprender el anterior. El hombre no puede ajustar lo que recibe en este camino a las ideas que mantenía anteriormente; las dos cosas no pueden ir juntas. Por eso, hay tres estados de recepción del conocimiento que tiene que atravesar aquel que está siendo guiado. El primer estado es el recibimiento del conocimiento, cuando no hace nada más que recibir. El siguiente estado es el período después de esto; y ese estado es la asimilación de lo que se ha aprendido. La persona piensa acerca de esto, lo pondera, de tal forma que permanezca en su mente. Es como ingerir alimentos y luego asimilarlos. El tercer estado es razonarlo por uno mismo. La persona no lo razona tan pronto como lo recibe; si lo hiciera, se perdería todo, porque es como una persona que ha aprendido la A y la B y la C en un momento dado, y luego preguntase por las palabras que no empiezan con esas letras. Lo estaría razonando mucho antes de lo que debe, puesto que no ha aprendido todavía las otras letras. Hay un tiempo que necesariamente debe destinarse a recibir, así como se asigna un tiempo para comer. Cuando uno come, no está corriendo al mismo tiempo en la calle para asimilar la comida. Después de que la persona ha terminado su cena, entonces hace todo lo posible para ayudar a digerirla. Asimilar es entender claramente, sentir y memorizar el conocimiento dentro de nosotros mismos; no solo eso, sino esperar hasta que su beneficio y su iluminación lleguen como resultado del logro.
La tercera parte, entonces, al recibimiento del conocimiento es el razonamiento, razonarlo a detalle: ¿por qué fue así? ¿qué beneficio he recibido de aquello? ¿Cómo puede ser practicable en la vida? ¿cómo puede beneficiarme a mí mismo y a otros? Ese es el tercer estado. Si estos estados se confunden, entonces todo el proceso se vuelve confuso, y no podemos obtener el beneficio por el cual recorremos el camino espiritual.
El cuarto nivel de logro en la vida interior es la meditación. Si hemos desaprendido todo lo aprendido, si tenemos un maestro, y si hemos recibido el conocimiento de la vida interior, entonces la meditación es algo muy necesario, que en palabras sufis se conoce como Ryazat. En primer lugar, la meditación se hace mecánicamente, a una hora que se ha fijado como la hora para la devoción o concentración. El siguiente paso es pensar en la idea de meditación en otros momentos a lo largo del día. Y el tercer paso es continuar meditando a lo largo del día y la noche. Entonces hemos llegado a la meditación correcta. Si una persona medita solo por quince minutos en la noche y después no vuelve a pensar en la meditación en todo el día, es lo mismo que ir a la iglesia el Domingo y olvidarse de haber ido el resto de la semana.
El entrenamiento intelectual sin duda es de ayuda en el logro de la vida interior, pero lo principal es la meditación. Ese es el verdadero entrenamiento. El estudio de un año es equivalente a la meditación de un día. Esta meditación se refiere a la meditación correcta. Si una persona cierra sus ojos y se sienta en quietud, bien podría irse a dormir. La meditación no es solo un ejercicio para practicar; en la meditación el alma se carga con nueva luz y vida, con inspiración y vigor; en la meditación hay toda clase de bendiciones.
Continuará…
Traducido por Darafshan Daniela Anda