Hazrat Inayat : El Poder de la Palabra pt X
Hazrat Inayat Khan continúa hablando de las formas en que el poder de la palabra puede ayudar y curar. La publicación anterior de la serie está aquí.
Aún más difícil y con mayor responsabilidad es el trabajo de utilizar la repetición de ciertas palabras o frases psicológicas. Es responsabilidad del médico dar a cierta persona una medicina adecuada para su condición, para su propósito. En Oriente se busca un Gurú, o un Murshid, como lo llaman los sufíes, que tenga experiencia en la prescripción psicológica, y se toma lo que el Murshid ha prescrito como instrucción. En primer lugar, el Murshid hace un diagnóstico de la condición de la persona, y de acuerdo con eso prescribe una palabra o frase por la repetición de la cual esa persona puede llegar a la meta deseada. Los que tienen alguna experiencia en la producción vocal sabrán que al principio el maestro no transmite ninguna canción; da ciertas palabras y notas, y una manera especial de practicar mediante la cual se desarrolla la voz.
En el Sufismo hay ciertas palabras, que se consideran sagradas, y una persona de fe simple sólo las conocerá como tales. Pero además de ser sagradas, tienen un significado psicológico, y al repetirlas se produce un cierto efecto.
Es muy interesante observar que la ciencia muestra mucha inclinación a despertar al significado de las vibraciones y sus fenómenos. Los sistemas modernos aún no están muy desarrollados, pero el objetivo es el mismo, averiguar las condiciones de las vibraciones en el cuerpo físico, con el fin de tratar el cuerpo de una manera científica.
Cuando vemos que sistemas similares fueron desarrollados por los antiguos místicos y ocultistas, y probados durante miles de años por innumerables personas durante toda su vida, es evidente que esos sistemas deben producir resultados satisfactorios, y dar a muchas personas, un tesoro que siempre ha sido mantenido sagrado por los buscadores de la verdad.
Por lo tanto, el Movimiento Sufí ha facilitado a la gente de Occidente, a aquellos que desean alcanzar ese tesoro, esa fuente, la obtención, mediante un estudio y una práctica serios del Sufismo, de algunos vislumbres de la verdad que poseían los antiguos místicos.
Traducido por Yaqin Anda