Hazrat Inayat Khan: La Religión del Corazón
Si les preguntan: ¿Qué es el Sufismo? ¿Qué religión es? pueden responder, “Sufismo es la religión del corazón, la religión en la que lo más importante es una cosa, y ésta es la de buscar a Dios en el corazón de la humanidad.”
Existen tres formas de buscar a Dios en el corazón del hombre. la primera es reconocer lo divino en cada persona y ser prudente con todo aquel con quien entramos en contacto, con nuestro pensamiento, palabra y obra. La personalidad humana es muy delicada. Mientras más vivo sea el corazón es más sensible; pero lo que causa la sensibilidad es el elemento amor en el corazón, y amor es Dios.
La persona cuyo corazón no es sensible carece de sentimiento, su corazón no vive, está muerto. En ese caso el Espíritu Divino está sepultado en su corazón. Una persona que siempre está ocupada en sus propios sentimientos está tan absorta en si misma que no tiene tiempo para pensar en otros. Toda su atención está concentrada en sus propios sentimientos, se auto compadece, se preocupa por su propio dolor y nunca está abierta a confraternizar con otros. Aquel que tiene en cuenta el sentimiento de otra persona con quien entra en contacto practica la primera moral esencial del Sufismo.
La siguiente forma de practicar esta religión es pensar en el sentimiento de la persona que no está en el momento delante nuestro. Sentimos por una persona que está presente, pero a menudo nos olvidamos de sentir por alguien que esta fuera de nuestra vista. Hablamos bien de alguien en su cara, pero es más grande si hablamos bien de alguien cuando está ausente. Nos compadecemos con la aflicción de alguien que está frente a nosotros en ese momento, pero es más grande condolerse por alguien que está lejos.
Y la tercera forma de comprender el principio Sufí es reconocer en nuestro sentimiento el sentimiento de Dios; reconocer cada impulso que surge en nuestro corazón como una señal de Dios; reconociendo que el amor es una chispa divina en nuestro corazón y una señal de Dios, y soplando esa chispa hasta que la llama ascienda a iluminar el camino de nuestra vida.
El símbolo de la Orden Sufí, que es el corazón alado, representa su ideal. El corazón es ambos terrenal y celestial. El corazón es un receptáculo en la tierra del Espíritu Divino, y cuando contiene al Espíritu Divino se eleva al cielo; las alas representan su ascenso. La luna creciente en el corazón simboliza capacidad de respuesta; es el corazón el que responde al espíritu de Dios que asciende. La luna creciente es un símbolo de capacidad de respuesta porque crece a plenitud a través de responder más y más al sol en su progreso. La luz que vemos en la luna creciente es la luz del sol; mientras más luz toma incrementando su respuesta, se torna más plena de la luz del sol. La estrella en el corazón de la luna creciente representa la chispa divina que se refleja en el corazón del hombre como amor, y que lleva a la luna creciente hacia su plenitud.
El mensaje Sufí es el mensaje de hoy. No trae teorías o doctrinas para agregar a las ya existentes, que desconciertan la mente humana. Lo que el mundo necesita hoy es el mensaje de amor, armonía y belleza, cuya ausencia es la tragedia de la vida. El mensaje Sufí no da una nueva ley, despierta en la humanidad el espíritu de hermandad, con tolerancia de parte de cada uno por la religión del otro, con perdón de cada uno por la falta del otro; enseña atención y consideración, para así crear y mantener armonía en el mundo; enseña entrega y servicio, que por sí mismos pueden hacer fructífera la vida en el mundo, donde reside la satisfacción de toda alma.
Traducción al español: Hafiz Juan Manuel Angel