Hazrat Inayat : The Soul, Whence and Whither pt XXVIII (Spanish version)

Hazrat Inayat: El alma, ¿de dónde y hacia dónde? pt XXVIII 

En la conclusión de la publicación anterior de la serie, Hazrat Inayat Khan nos dio un ejemplo de cómo diferentes materiales son adecuados para diferentes propósitos, que el metal, por ejemplo, es más resonante que la madera, y es más adecuado para un instrumento musical. 

La mente es un vehículo mucho mejor para la inteligencia que el cuerpo. Por lo tanto, aunque la mente experimenta la vida incluso a través de los órganos materiales de los sentidos, ella misma es más perceptiva y puede experimentar la vida en sus diferentes aspectos aparte del cuerpo. En otras palabras, la mente puede ver por sí misma; incluso puede oír sin los oídos, porque la mente tiene sus propios ojos y oídos. Aunque necesita los ojos y oídos físicos para ver y oír, hay cosas que los ojos y oídos físicos no pueden ver ni oír; la mente las ve y oye. Cuanto más independiente se hace la mente de los sentidos externos, tanto más libremente percibe la vida y llega a ser capaz de utilizar los órganos externos de los sentidos de la mejor manera posible. 

A la pregunta de si la mente tiene una forma, puede responderse que la mente tiene la misma forma que aquella con la que el alma está más impresionada. ¿Y cuál es la forma que más impresiona al alma? La propia. Por eso, cuando el hombre dice “yo”, se identifica con la forma que está más impresa en su mente, que es la suya propia. Pero la mente es un mundo dentro de sí misma, un mundo mágico, un mundo que puede cambiar muy fácilmente, alterarse muy rápidamente, en comparación con el físico. El fenómeno de la mente es grandioso, y podrían realizarse maravillas si tan sólo se tuviera la llave de la mente en la mano. La dificultad estriba en que el hombre se fija tanto en su cuerpo físico que apenas se da cuenta en vida de que tiene una mente. Lo que el hombre sabe de sí mismo es del cuerpo, a través de la mente; en verdad, el hombre es su propia mente. 

La mente no es sólo el akasha que contiene todo lo que uno aprende y experimenta a través de la vida, sino que, entre cinco aspectos diferentes de la mente, cada uno con su propio trabajo, hay un aspecto que puede llamarse especialmente mente y que muestra el poder del creador. Todo lo que vemos ante nuestros ojos, y todos los objetos hechos por la habilidad del hombre, cada condición provocada en la vida ya sea favorable o desfavorable, todo es creación de la mente humana, de una mente o de muchas mentes. Los fracasos del hombre en la vida, junto con su impresión de limitación, lo mantienen ignorante de ese gran poder que se oculta en la mente. La vida del hombre es el fenómeno de su mente; la felicidad y el éxito del hombre, sus penas y fracasos, son en su mayoría provocados por su propia mente, de la que conoce muy poco. Si este secreto hubiera sido conocido por todos, nadie en este mundo habría sido infeliz, ningún alma habría tenido un fracaso, pues tanto la infelicidad como el fracaso son antinaturales; lo natural es lo que el hombre desea; la única pregunta es: ¿cómo conseguirlo? Las palabras de Emerson apoyan esta idea: ‘Cuidado con lo que deseas, porque lo obtendrás’. 

Toda la vida es aprendizaje continuo, y para el que realmente aprende de la vida, el conocimiento nunca es suficiente. Cuanto más se aprende, más se tiene que aprender. El secreto de esta idea está en el Corán: “¡Sé! dijo Él; y así fue”. Los Videntes y Conocedores de la vida no sólo saben esto como teoría, sino por su propia experiencia vital. 

Continuará… 

Traducido por Inam Anda 

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