Hazrat Inayat: The Universe in Man pt I (Spanish version)

Hazrat Inayat: El universo en el Hombre. Primera parte

Si nos preguntamos cuál es la causa de toda la miseria en la vida, la respuesta será una sola, y es ésta: la limitación de la vida. La miseria, el dolor o el pesar de cualquier tipo vienen de la limitación. Podría ser pobreza, o enfermedad o decepción, pero todo es limitación; y esto ha sido descubierto por todos los profetas y maestros de la humanidad. Cuando Buda era joven, vio que había gran dolor en el mundo, y su primer pensamiento fue descubrir que había detrás de eso; y así ha sido con todos los grandes maestros. Todos ellos quisieron resolver esta sola pregunta, descubrir dónde está la causa de toda la miseria.

La respuesta está en esto: si a una persona que vive en la pobreza se le da todo el dinero que quiere, ¿es entonces muy feliz? O aquel que está enfermo, quizá llega a estar sano de nuevo, pero ¿es suficiente para él estar bien de nuevo o quiere más? Esto muestra que el hombre está siempre buscando algo, sin saber qué es. Y cuando quiere encontrar lo que está buscando, piensa que es aquello que le falta en la vida. Pero si se le da eso que le falta, entonces quiere algo más. Bien, esto muestra que no es sólo codicia o un defecto del hombre; muestra un gran misterio de su alma, y ese misterio es que el alma del hombre tiene todo lo que necesita, y aun así lo ha perdido. La historia del exilio de Adán nos habla sobre este hecho, que es lo que el hombre carece en la vida lo que significa el exilio del hombre.

¿Qué remedio encontraron finalmente los maestros de la humanidad? Descubrieron que en las profundidades del hombre había un universo en sí mismo, que el hombre era una miniatura en sí mismo. Y cuando lo miramos de cerca, arrojando una luz espiritual sobre esta cuestión encontraremos que el reino entero, roca, piedra, diamante o rubí, todo se encuentra en el hombre. Hay un tipo de hombre que es tal cual una roca. Hay el corazón que es como el diamante, y hay el corazón que es tal cual un rubí. Mientras más estudies esto, más te darás cuenta que todo lo que se encuentra en el reino mineral lo puedes encontrar también en la mente del hombre. Puedes encontrar el fuego del azufre en la mentalidad del hombre, y puedes encontrar la resonancia del metal del gong o la campana en el corazón del hombre. Puedes encontrar la cualidad del sándalo en el carácter del hombre, y puedes encontrar el valor de la perla en su inteligencia. El fruto y la flor, lo que sea que haya en el mundo, todo se puede encontrar en el carácter del hombre. Y químicamente hablando, podrás encontrar que en el cuerpo del hombre se encuentra la esencia de todas las cosas.

También, cuando pensamos en el sol y en la luna y en las estrellas y planetas, encontramos que incluso la esencia de estos se encuentra en el hombre. Es la ciencia que las personas antiguas conocían como alquimia, de la cual se deriva la palabra química. Pero la ciencia de las personas en la antigüedad se preocupaba de la comprensión o del estudio del hombre, de su cuerpo y de su mente. Toda otra ciencia que estudiaban venía de esta ciencia particular llamada alquimia. Descubrieron que todo lo que el hombre busca por fuera lo puede encontrar por dentro a través del conocimiento de esta ciencia.

El propósito de esta ciencia es llegar a comprender que el universo entero se encuentra en el hombre. Es una ciencia cuyo objeto es hacer a la persona auto-suficiente. Por lo que sea que el hombre posee – puede ser llamado rico o considerado acomodado, pero esas son sólo sus posesiones; no es él mismo. Es el enriquecimiento del ser lo que es la verdadera riqueza; y es el desarrollo de este poder dentro de sí mismo lo que es el poder real, confiable. Además, lo que hoy se llama intelectualidad es mayormente “aprendizaje de libros”. Un hombre lee y lee por muchos años, y cuando su cabeza se ha cansado sólo sabe lo que se ha escrito en los libros que leyó. A menudo he visto gente que ha leído una librería entera, o que ha escrito muchos libros, pero si les hacías una pregunta acerca de la vida no podían contestar. No son los libros los que pueden enseñarnos; es la vida la que es la maestra más grande; pero cuando la mente está comprometida con los libros uno no está abierto para leer la vida.

Luego de venir de la India e ir directo a Nueva York, mi mayor sorpresa fue que en cada tren, bus o carro, lo que vi fue, que en cada mano de toda persona había un periódico. ¿Y para qué es un periódico, generalmente? Para entretener al hombre más ordinario de la calle. Una vez vino un reportero a verme y me preguntó acerca de ideas filosóficas. Le expliqué algunas de ellas; pero, al día siguiente, cuando leí el periódico, vi que todo lo que había dicho estaba al revés. Me decepcioné mucho. Fui donde el periodista y le dije “¿qué es lo que te dije y qué has hecho con ello?” Él dijo “si hubiese escrito en el periódico lo que tú has dicho, nadie lo comprendería. Debemos complacer al hombre de la calle”. Ahora imagina, un catedrático, un doctor, un abogado, un hombre de negocios, ¡todos leyendo lo mismo que el hombre de la calle! Esto muestra en donde está el pensamiento del hombre hoy en día. Lo que llama educación es únicamente “aprendizaje de libros”; pero lo que necesitamos hoy es aprender de la vida, porque si uno quiere adquirir una educación completa solo se la puede obtener a través de una aguda observación de la vida.

Continuará …

Traducido por Baasit Patricio Carrillo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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