Hazrat Inayat : Abraham pt II
Hazrat Inayat Khan concluye su enseñanza sobre el Profeta Abraham con una profunda consideración del significado del sacrificio.
Una historia de la vida de Abraham ha sido objeto de grandes discusiones en Oriente, y es la historia del sacrificio de Isaac. No sólo es una fuente de discusión en Oriente, sino que también es alarmante para la mente occidental. La gente puede hacer miles de preguntas sobre la razón y la justificación adecuadas para tal acto, pero si miramos desde el punto de vista del Ideal, ningún sacrificio por un ideal amado puede ser demasiado grande. Hay innumerables almas cuyos seres queridos, sus amados maridos o hijos, han sido sacrificados en esta reciente guerra. No podían hacer otra cosa; tenían que rendir su voluntad al ideal de la nación, y ofrecer este sacrificio por la causa nacional, sin pensar ni por un momento que era inusual.
En tiempos de Abraham existía un grupo de pensadores que dedicaban su vida al pensamiento de Dios y a la búsqueda de la verdad eterna. Pasaban su tiempo en reclusión y contemplación, y ayudaban a quienes acudían a ellos a ser guiados en el camino espiritual. Es su simbología la que encontramos en las tradiciones de Abraham sacrificando a su hijo por amor a Dios. Porque en el sufismo la vida humana se considera como una línea con dos extremos: un extremo inmortal, el otro mortal; un extremo ilimitado, el otro limitado; un extremo Allah, el otro Banda*; un extremo el padre, el otro el hijo.
Como a veces el hijo es amado por el padre más que a sí mismo, así el cuerpo es amado por el espíritu más que a sí mismo. Por eso el hombre siempre descuida la felicidad del espíritu por las comodidades y los placeres corporales. El sacrificio del hijo simbolizaba el aplastamiento completo del ego humano, del yo limitado, y eso sólo podía hacerse por una ganancia superior, como el amor de Dios. Se dice que el hijo fue apartado y que, después de todo, no fue asesinado, y en otras escrituras encontramos que en el lugar del hijo se encontró y sacrificó un carnero, lo que significa que la naturaleza animal del ego en el hombre fue aplastada. Y entonces se dice que desde ese momento ambos fueron bendecidos por Dios, lo que significa que tanto el yo natural como el yo espiritual se bendicen cuando se hace este sacrificio. Los sufis llaman a esto Fana, que significa aniquilación. Sin comprender esto, muchos han sacrificado animales por amor a Dios y han hecho fiestas de este sacrificio, pero el significado subyacente es el camino del sufi, que progresa mediante el autocontrol y llega a la meta eterna.
Cuando pensamos profundamente en el problema de la vida, no hay camino en el mundo, ya sea espiritual o material, que podamos recorrer con éxito sin un sacrificio. A veces el sacrificio es grande, y a veces pequeño; a veces el sacrificio se hace primero, antes de alcanzar el éxito, y a veces después. Como el sacrificio es necesario en la vida, todos lo hacemos de una forma u otra, pero cuando se hace voluntariamente, se convierte en una virtud. Cuanto mayor es el ideal, mayor es el sacrificio que exige, y si se estudia sabiamente el proceso de avance por la vida en cualquier dirección, se descubre que no es más que un sacrificio continuo. Y la felicidad proviene de la comprensión de que ésta es la naturaleza de la vida, y de no sentirse herido o turbado por ello, sino de saber que es mediante el sacrificio, realizado hasta el final, que el hombre alcanza la meta deseada.
La idea del sacrificio siempre ha existido, de una forma u otra, en todas las religiones. A veces se ha enseñado como renunciar a las propias posesiones por amor a un ideal más elevado, lo que significa que cuando el hombre afirma amar su ideal elevado y, sin embargo, no está dispuesto a renunciar a algo que posee por ello, entonces hay dudas sobre su devoción. Pero el sacrificio de una posesión es el primer paso; el siguiente es el auto-sacrificio, que era la nota interior de la religión de Jesucristo. La caridad, la generosidad, incluso la tolerancia y la paciencia son una especie de sacrificio, y todo sacrificio en la vida, sea cual sea su forma, significa un paso hacia la meta de toda alma.
*Banda o Bandeh = esclavo
Traducido al español por Arifa Margarita Rosa Jáuregui