Layla y Majnun – Segunda Parte
Continuamos con el relato de Hazrat Inayat Khan acerca de la vieja historia de los dos amantes, que comenzamos aquí hace unos días.
Cuando ya no hubo remedio (para el amor de Majnun por Layla) que no se haya probado, los padres de Majnun resolvieron buscar el refugio de la Kaaba como último recurso.
Llevaron a Majnun a la peregrinación a la Meca. Cuando se aproximaban a la Kaaba, una gran multitud se acercó para verlos. Los padres, uno a la vez, fueron y oraron a Dios diciendo “Oh Señor, Tú eres el más misericordioso y compasivo, concede Tu ayuda a nuestro único hijo Majnun, para que su corazón pueda liberarse del dolor del amor a Layla”.
Todos allí escuchaban atentamente y esperaban maravillados lo que Majnun tenía que decir. Sus padres le dijeron a Majnun, “Hijo, ve y ora para que el amor por Layla sea eliminado de tu corazón”.
Majnun replicó, “Puedo reunirme con Layla si oro?
Ellos, con la mayor decepción, dijeron: “Hijo, ora como quieras orar”.
Él fue y dijo, “Quiero a mi Layla”. Y todos los presentes dijeron, “Amen”.
El mundo se hace eco de la llamada del amante.
Cuando sus padres habían tratado todas las formas de curar a Majnun de su locura por Layla, finalmente pensaron que la mejor manera era acercarse a sus padres, porque esta era la última esperanza de salvar la vida de Majnun. Enviaron un mensaje a los padres de Layla, que eran de otra religión, diciendo, “Hemos hecho todo lo posible para sacar de Majnun el pensamiento por Layla, pero hasta ahora sin éxito, y no nos queda ninguna esperanza de lograrlo, salvo una: su consentimiento para que se casen”.
En respuesta ellos dijeron, “Aunque nos expone al escarnio de nuestra gente, parece que Layla nunca olvidará el pensamiento de Majnun ni por un momento; y desde que la sacamos de la escuela, ella languidece todos los días. Por lo tanto, no nos importaría dar a Layla en matrimonio a Majnun, si tan sólo estuviéramos convencido de que está sano”.
Al escuchar esto, los padres de Majnun se sintieron muy complacidos y le aconsejaron que se comportara bien de modo que los padres de Layla no tuvieran ninguna razón para sospechar que él estaba loco.
Majnun accedió a hacer todo lo que sus padres deseaban, si tan sólo pudiera encontrarse con su Layla. De acuerdo a la costumbre en Oriente, ellos fueron en procesión a la casa de la novia, donde se había preparado un asiento especial para el novio, quien fue cubierto con guirnaldas de flores.
Pero, como dicen en Oriente, los dioses están en contra de los amantes. Así que el destino no les concedió la felicidad de estar juntos a estos dos amantes perfectos.
El perro que solía acompañar a Layla a la escuela apareció en la habitación donde estaban sentados. Tan pronto como los ojos de Majnun se posaron sobre este perro, sus emociones se desbordaron. No pudo quedarse sentado en el alto asiento y mirar al perro. Corrió hacia él, le besó sus patas y puso todas las guirnaldas de flores en su cuello. No hubo señal de reverencia o adoración que Majnun no mostrara a este perro.
El polvo de la morada del amado es la tierra de la Kaaba para el amante.
Esta conducta demostró claramente que estaba loco. Así como el leguaje del amor es algarabía para los que no aman, así las acciones de Majnun fueron consideradas por los presentes como una mera locura. Todos estaban muy decepcionados. Majnun fue llevado de regreso a casa y los padres de Layla negaron su consentimiento para el matrimonio.
Continuará.