Los mensajes entre nosotros
Con el cambio de calendario hay un impulso universal de enviar buenos deseos a aquellos que conocemos, y con el uso generalizado de las redes sociales, es posible enviar corazones, manos en oración y flores a cientos, o incluso miles de personas con solo un simple clic. Esa facilidad no necesariamente disminuye el significado. No hay duda de que todo deseo es sincero: DESEAMOS bendiciones en la vida de nuestros seres queridos; ESPERAMOS su felicidad, buena salud y prosperidad; DESEAMOS que todos puedan vivir en paz y armonía. Pero lo más probable es que dentro de una semana más o menos, nos habremos olvidado de esos deseos y lo que es más, quizás incluso desde el momento de hacerlos, hayamos pasado por alto el corolario de nuestros deseos: nuestra responsabilidad.
Los buenos deseos deberían ser el impulso que produce algo más: buenas acciones para hacer realidad nuestros deseos. Quizás algunos deseos parecen estar fuera de nuestro alcance: puede ser que no veamos ninguna manera de afectar la salud de nuestros amigos, o su prosperidad. Sin embargo, si hacemos todo lo posible para traer bondad a sus vidas, ciertamente habrá un efecto.
Luego surge la pregunta: ¿qué es bondad? La vida es tan complicada que lo que puede ser bueno en un momento puede ser indeseable en otro momento, y lo que es bueno para una persona sería lo contrario para otra. Por lo tanto, necesitamos trabajar con sabiduría, escogiendo lo que es apropiado para cada persona en cada circunstancia.
Hazrat Inayat Khan habla de esto en el
siguiente pasaje:
Es por eso que cuando una persona
religiosa hace un tipo de ley para la acción, el sufí ve su imposibilidad. El estándar del sufí es lo que hace en cada
momento de su vida; el cambio para él no es algo nuevo; la vida cambia, él
cambia. Cada experiencia en la vida trae un nuevo cambio con una inspiración
que dirige la acción del sufí. Si le dices a un sufí, “Esto no está de acuerdo
con lo que has dicho anteayer”, el responderá, “Eso fue para anteayer, esto es
solo para ahora; para mañana, te lo diré mañana”. Una fresca inspiración cada
momento que Hafiz explica tan bellamente en el primer poema de su Divan, Mutrib
khush… “Oh cantante de encantadora voz, canta una canción cada momento, nueva,
nueva, fresca, fresca*” Por lo tanto en la vida no se necesita solamente aprender
la bondad y fineza de maneras, porque eso es solo el alfabeto, no es el libro.
Después de aprender ese alfabeto, debes leer el libro de la vida y ver las
exigencias de cada momento, lo que cada momento en la vida exige de nosotros,
lo que cada momento en la vida nos pide y cómo lidiar con las diferentes
circunstancias.
No tenemos que estar controlados por el calendario. Pensemos en cada momento como nuestro Año Nuevo, trabajemos de la forma que parezca buena en este momento para la felicidad de quienes están a nuestro alrededor. Así es como los sueños pueden hacerse realidad.
*Algunos lectores habrán visto una corta película en blanco y negro de Pir-o-Murshid Musharaff Khan cantando este ghazal en su delicada y melodiosa voz, repitiendo el estribillo: “taza ba taza, naw ba naw” – “nueva, nueva, fresca, fresca”.
Traducido por Inam Rodrigo Anda
Sentir este nuevo año todos los dias
Es una oportunidad que nos damos de renovar , valorar mas la que tenemos!
No esperar a una fecha para darnos oportunidades , enviar saludos de bienestar a otros.
Cada dia es la tarea de hacerlo mejor
Gracias M Nawab por su tolerancia