Cuentos: Conseguir lo que quieres
Sucedió una vez que Mulá Nasrudín conoció a un erudito viajero, y entraron en una conversación sobre la moralidad.
“Moralidad”, dijo el erudito, “es pensar siempre primero en la otra persona. La enfermedad del mundo hoy es que cada persona piensa solamente en sí misma. ¡Peor que bestias salvajes!”
Su conversación resultó tan interesante que al final decidieron comer juntos. Al ir a un restaurante cercano, tomaron sus asientos y le preguntaron al mesero qué había disponible.
“Tenemos pescado, pescado muy fresco, recién capturado esta mañana”.
Esto sonaba bien para ellos. “¡Tráenos dos!”
Al poco rato, el mesero regresó con una bandeja en la cual descansaban dos pescados a la parrilla. Sin embargo, era evidente que un pescado era considerablemente más grande que el otro.
Sin dudarlo, Nasrudín tomó el pescado más grande y lo puso en su plato.
Asombrado, el erudito miró a Nasrudín con consternación. “Después de mostrar tanto interés en la moralidad, ¿es así como te comportas?”
“¿Discúlpame?” dijo el Mulá. “¿Qué quieres decir?”
“¡Tomaste el pescado más grande! ¡Un acto egoísta! Estás pensando sólo en ti mismo. ¡Por filosofía, y por las enseñanzas sagradas de la religión, deberías pensar primero en la otra persona!”
“Y en mi lugar”, dijo el Mulá, “¿qué habrías hecho?”
“Yo habría tomado el pescado más pequeño”, el erudito respondió con prontitud.
“Muy bien”, dijo Nasrudín, deslizando la bandeja hacia el erudito. “Aquí está. Por la gracia del Todo Proveedor, tienes lo que deseas”.
Traducción: Abdel Kabir Mauricio Navarro J.