Cuentos: Hanuman y el sol 

En la religión hindú, Hanuman es el divino Mono Rey, el que ayudó al Señor Rama cuando luchaba contra el demonio Ravanna para rescatar a Sita. Hay muchas historias sobre el poder y la devoción de Hanuman, y una de aquellas cuenta cómo, cuando era muy joven, intentó comerse el sol. 

Se cuenta que el pequeño Hanuman estaba encantado con el disco del sol en el cielo, y pensó que tenía que tratarse de una fruta (¡pero una fruta de tal belleza y resplandor que debía de ser la más deliciosa fruta en el mundo!). Así que un día, hambriento, decidió que volaría arriba en el cielo y se comería esa sabrosa fruta. 

A medida que se elevaba, alto y más alto, hacia el cielo, los dioses empezaron a notar su intención y comenzaron a preocuparse de que esto pudiera causar daño al dios sol Surya. ¿Qué tal si el joven mono llega a devorarse el sol? Acudieron a Indra, el soberano del cielo, para que fuera en auxilio de Surya, e Indra respondió enviando un rayo a Hanuman. 

El rayo golpeó a Hanuman en la barbilla y lo hizo caer a tierra; hay quienes dicen que su nombre significa “barbilla partida”. Pero el padre espiritual de Hanuman, el dios viento Vayu, estaba furioso con este trato, así que retuvo todo el aire del mundo. Para apaciguar a Vayu y restablecer el orden al mundo, todos los dioses bendijeron al joven Hanuman con los dones de la invisibilidad, la inmortalidad, la fuerza y la sabiduría. 

Aunque el joven Hanuman no se comió el sol, más tarde se convirtió en un estudiante devoto de Surya, al aprender de él todas las leyes y las artes marciales, e incluso al ofrecer acompañarlo en su viaje cotidiano a través del cielo, solo para absorber su sabiduría. 

Traducción por Vadan Juan Camilo Betancur