Cuentos: ¿Cómo esconder el lodo?
Sucedió una vez que la buena gente de Chelm, a quienes, según ellos mismos admiten, se les ha concedido una cantidad inusual de sabiduría, quisieron construir ellos mismos un nuevo lugar para orar y meditar en la gracia infinita de la Divinidad. Por lo tanto, comenzaron a cavar en la tierra para hacer los cimientos de la nueva estructura. Pronto, los agujeros para los cimientos crecieron, y también, por supuesto, el lodo amontonado que se sacaba de estos agujeros.
Entonces alguien dijo: “Amigos, estos montones de tierra no son hermosos. Seguramente tener pilas de lodo alrededor de nuestro lugar de oración sería una falta de respeto. ¿Qué haremos?”
Los demás estuvieron de acuerdo en que no era correcto dejar la tierra allí al lado de la nueva construcción, así que comenzaron a pensar profundamente, hasta que uno de ellos dijo: “Amigos, tengo la solución. Tenemos que cavar otro hoyo en el que meter toda esta tierra”.
Los chelmitas estuvieron de acuerdo en que era una excelente idea, e inmediatamente cavaron un gran pozo y lo llenaron con la tierra extraída de los agujeros de los cimientos. Pero entonces uno de ellos señaló que el barro de ese nuevo pozo estaba al lado del lugar de oración de una manera muy poco hermosa.
De nuevo todos comenzaron a pensar profundamente en este desconcertante enigma, pero gracias a la Mano de la Providencia que había otorgado buen sentido a la gente de Chelm, pronto apareció una respuesta. “Amigos”, dijo uno de ellos, “aquí está la solución que pondrá fin al problema para siempre. Debemos cavar otro hoyo para recibir esta tierra, pero para evitar que el problema simplemente se repita, porque gracias al Creador, los chelmitas somos lo suficientemente sabios como para aprender de la experiencia, esta vez debemos cavar un hoyo ¡QUE SEA DOS VECES MÁS GRANDE!”
Traducido por Darafshan Daniela Anda