Cuentos: El inminente funeral de Nasrudín
Aunque conocemos muy pocos detalles sobre la vida del Mulá Nasrudín, y cualquier cosa que sepamos el Mulá mismo siempre la contradice, parece seguro que vivió en la época de Timur el Cojo, o Tamerlán como a veces lo llaman, el feroz tirano que mató a miles en la conquista de su vasto imperio. Sabemos esto porque un día Nasrudín estaba dirigiéndose a una gran multitud en la plaza de la aldea precisamente sobre este tema, las terribles atrocidades infligidas sobre el pueblo por Timur el Cojo.
“Ese pecador ha ha codiciado tesoros y sangre sin vergüenza alguna”, les dijo Nasrudín, “pero no pierdan la esperanza, querido pueblo, Dios ve todos nuestros pecados, y Él seguramente algún día castigará a Timur por su crueldad”.
Pero entonces un hombre de la multitud hablo y dijo, “Usted está equivocado, Mulá. Timur no es un malvado. Son los pueblos los que son pecadores. Timur y sus hombres no son otra cosa que ángeles vengadores de Dios enviados para purificar de necios a la tierra”.
Al escuchar esto, Nasrudín miro con más cuidado al hombre y vio que, aunque estaba vestido con una capa con capucha de derviche, no era una persona común. Estudiando al hombre, Nasrudín sintió que un extraño temor se apoderaba de él.
“Dígame… ¿de dónde es usted?
“Del más allá”, dijo el hombre orgullosamente. “Ninguna frontera puede contenerme”.
“¿Y puedo saber su honorable nombre?” Preguntó Nasrudín.
“Timur”, respondió el hombre.
“Ya veo”, dijo Nasrudín, “Y por casualidad ¿es a veces conocido por el sobrenombre de ‘el cojo’?”
“Si”
“Bueno, entonces”, dijo Nasrudín a la muchedumbre, “entonces no hay nada más que decir excepto invitarlos a todos a mi inminente funeral”.
Traducción al español: Hafiz Juan Manuel Angel