Cuentos : Aún más lejos
En una ocasión, hace mucho tiempo, un gran sabio llamado Parnada, a través del estudio, la abstinencia, los sacrificios sagrados, la meditación prolongada y las disciplinas difíciles, había vencido las limitaciones humanas y ganado grandes méritos. En efecto, tan lejos había llegado en su camino que un día, mientras cortaba una hierba sagrada, kusha, se cortó un dedo y, en lugar de sangre, lo que surgió de la herida fue savia vegetal.
Cuando Parnada vio esto, dejó su cuchillo y maravillado, dijo con una sonrisa: “¡Seguramente he alcanzado la etapa de la perfección espiritual! ¡Soy perfecto entre los hombres! ¡Nunca un sabio ha llegado tan lejos!”.
Pero mientras se decía estas palabras a sí mismo, de repente apareció ante Parnada un mendigo errante y le preguntó: “¿Qué te hace sonreír tan ampliamente, oh sabio?”.
“Sonrío porque he superado todas las limitaciones humanas”, respondió Parnada. “¿Ves? Ya no corre sangre por mis venas. Sólo hay savia de árbol”.
“¡Savia de árbol!”, dijo el mendigo con desdén. “¿Acaso los árboles no envejecen y mueren? ¿Y cuando acaban su vida? Se cortan y se queman, y sólo queda ceniza”.
Al decir esto, el mendigo cogió el cuchillo de Parnada y se cortó el dedo, sin que brotara sangre ni savia, sino sólo ceniza blanca y polvorienta.
Parnada se arrodilló y tocó los pies del mendigo. “Ahora sé que debes de ser el mismísimo Señor Shiva», dijo. «¡Perdóname por mi orgullo espiritual!”.
How fortunate was Parnada to experience still more deeperly. And taken by the hand to go deeper still. Becomes the will to go further.