Cuentos: La estera descartada
Los Sufis Rishi de Cachemira jugaron un papel fundamental en la formación de la cultura de la región, y se podría decir que representan una fusión del sufismo y ciertos aspectos de las tradiciones yóguicas. Se dedicaron a servir a la humanidad, socorriendo a los necesitados, a los débiles y a los enfermos, y también evitando dañar a cualquier ser vivo, incluidas las plantas verdes y los insectos. Un sufi notable de este grupo sobrevivió únicamente con nueces que habían caído al suelo, sintiéndose incapaz de cortar o cocinar verduras frescas.
Bamuddin, uno de los principales discípulos del gran Nuruddin Rishi, era particularmente ascético en sus hábitos, vivía en una cueva y evitaba el contacto con el mundo. Se dice que el rey de Cachemira, el sultán Ali Shah, quería visitarlo, pero Bamuddin se negó a permitirlo si el sultán venía vestido con su túnica real. En consecuencia, el sultán llegó a pie a la cueva, vestido como un campesino, pero Bamuddin no quedó impresionado.
Cuando el sultán le pidió consejo, Bamuddin respondió: “Has quitado las túnicas de tu cuerpo, pero no de tu mente. Todavía estás ocupado con pensamientos de riqueza y poder. No puedes beneficiarte de ningún consejo”.
“Rishi-ji”, preguntó el sultán, “¿por qué estás en contra de la gente mundana?”.
“No estoy en contra de la gente mundana”, respondió Bamuddin. “Estoy en contra de la mundanalidad”.
Cuando el Sultán se estaba despidiendo, le preguntó a Bamuddin si podía hacer algo por él. “Sí”, dijo Bamuddin, “no vuelvas y no menciones mi nombre en la corte”. Y después de que el sultán se hubo marchado, el sufi arrojó al río la estera en la que él había estado sentado.
Traducción por Yaqín Anda