Cuentos: El Imperio de Sanai
Hakim Sanai fue un poeta y místico Persa que vivió en la ciudad de Ghazna, en lo que hoy es Afganistán. Sus fechas son inciertas, pero murió entre 1131-1141 EC. Para más información sobre él, vea esta publicación anterior. El poema hace referencia a “Rum”, que en esa época era el nombre musulmán para el imperio romano de Oriente, o bizantino.
Una vez un príncipe, el hijo de cierto rey, escuchó la primera línea de un poema escrito por Hakim Sanai, y por razones conocidas sólo por el Espíritu de Guía, fue profundamente impactado por ella. La línea era:
Oh tú que has oído hablar sobre Rum y sobre China,
Levántate y ven a contemplar el imperio de Sanai.
Haciendo averiguaciones, se enteró que Hakim Sanai se encontraba en Ghazna, y pensando en ver algo de su imperio antes de que el destino lo llevara a sentarse en su propio trono, inmediatamente se dirigió allí. A su llegada, encontró a Hakim Sanai no en un palacio reluciente, sino en profunda meditación al lado de una tumba, vistiendo las túnicas de un derviche.
Deseoso de aprender lo que pudiera, el príncipe permaneció cerca por un tiempo, y al final renunció al reino de su padre y se puso la capa de un derviche. Entonces sucedió que su deseo fue respondido: sentado en la compañía de Hakim Sanai, le fue revelada una visión de la Verdad que era tan poderosa que le hizo perder el conocimiento.
Cuando recuperó el sentido, Hakim Sanai le preguntó: “¿Has visto nuestro imperio?”
“Lo he visto”, contestó, “pero tu poema decía muy poco. No sólo Rum y China, sino todos los reinos del mundo son nada en comparación”.
Traducción: Abdel Kabir, Mauricio Navarro Jaramillo