Cuentos: El mulá ofrece sus oraciones
Sucedió una vez que el mulá Nasrudin fue a ofrecer sus oraciones en la mezquita, pero ese día tenía prisa, y sus oraciones fueron apresuradas. Se arrodilló cuando debía levantarse, se puso de pie cuando debía arrodillarse; en resumen, confundió todo. Inevitablemente, una persona muy religiosa lo notó y criticó al mulá por su comportamiento.
“Esa no es la manera de orar”, dijo el hombre. “Tu prisa ha echado a perder tus oraciones. Piensa que algún día conocerás a tu Creador cara a cara, y ¿cómo le explicarás lo que has hecho hoy? Deberías decir tus oraciones de nuevo, esta vez correctamente”.
Obedientemente, el mulá repitió las oraciones, esta vez con un ritmo más fervoroso. Cuando terminó, el hombre religioso dijo, “Eso ¡con seguridad Dios ahora está más contento con tus oraciones!”
“Lo dudo”, dijo el mulá, preparándose para salir.
“¿Por qué?” preguntó asombrado el hombre religioso.
“Porque la primera vez, dije mal mis oraciones, pero las dije para Dios. La segunda vez, no las dije para Él, ¡las dije para ti!”
Traducido por Inam Rodrigo Anda