Cuentos : La psicología del mulá
Tras años de lucha con su burro, el mulá Nasrudín empezó a perder la paciencia. Parecía que el animal era cada día más perezoso y testarudo, que no levantaba un casco del suelo por mucho que el Mulá empujara, tirara e insultara.
Finalmente, un día, cuando el hijo del mulá estaba en el establo dando de comer al burro, Nasrudín asomó la cabeza por la puerta y dijo en voz alta: “Hijo, ¡no te molestes más en dar de comer a este bruto!”.
“¿Qué quieres decir, papá?”.
“Es tan inútil que no vale ni un puñado de heno. Voy a dejar que se muera de hambre”.
Pero cuando el hijo salió del establo con cara de preocupación, el mulá le dijo en voz baja: “No te preocupes. Sólo estoy usando la psicología con esta bestia. Cuando me oiga hablar así, empezará a trabajar de nuevo, ya verás”.