Cuentos: el misterio del barco flotante
Hace mucho tiempo existió un joven que había llegado a la edad en la que quería recorrer el mundo. Su padre, sabiendo que no era educado, le dio como regalo de partida este pequeño consejo: siempre mira las cosas cuidadosamente, de esa forma te volverás sabio.
El joven provenía de un lugar muy seco de la tierra, y mientras deambulaba, su camino lo alejó de las tierras secas a las riberas de un ancho río. Nunca había visto tanta agua, y se maravilló al ver que las personas iban y venían cruzándolo en un extraño artefacto hecho de madera. Le dijeron que se llamaba barco.
“Pero ¿qué lleva al barco a través del río?” Preguntó.
“El agua, chico simple,” le dijeron. “el agua lleva al barco.”
Dudoso, el muchacho fue a la ribera del rio y puso sus pies en el agua, pero el agua no se llevó sus pies, solo partió y sus pies se hundieron. Hay un misterio aquí, pensó. Debo mirar esto con cuidado.
Entonces con los demás, pagó una moneda y abordó el barco, y le dijeron “Siéntate allí. Ese es tu puesto” El joven se sentó donde le dijeron y el barco comenzó a cruzar el rio. Pero estaba todavía lleno de curiosidad sobre qué estaba sosteniendo el barco, entonces saco un cuchillo, y comenzó a cortar la madera debajo de su puesto, para ver qué había debajo del barco.
“Espera. ¿qué haces?” Le gritó la gente alarmada. “¡No debes hacerle cortes al barco!”
“No importa,” dijo el joven. “Pagué por este puesto y solo estoy haciendo cortes debajo de mi puesto, no del de ustedes. No interfieran – ¡quiero volverme sabio!”
Traducción al español: Hafiz Juan Manuel Angel