Cuentos: el camino a la verdad 

Había una vez un hombre llamado Deenu, vivía en un rincón del bosque y tenía dos vacas. Deenu siempre cuidaba bien de sus vacas y podía vivir vendiendo su leche en el poblado. Cada día, debía llevar la leche por un largo trecho a través del bosque, pero él prefería vivir de este modo, pues la aldea le parecía demasiado ruidosa y con frecuencia carente de armonía. 

Un día, luego de observar en el mercado que la gente discutía y que trataban de engañarse unos a otros, volvió a su casa cuestionándose por qué había tan poca honestidad en el mundo. “No me gusta la mentira”, se dijo, “yo quiero encontrar la verdad”. 

Unos días después, al llevar sus vacas a un remanso de agua cercano, descubrió un asceta (sadhu) sentado en meditación bajo un árbol. Deenu puso sus vacas a beber y fue a sentarse delante del sadhu. Después de un largo rato, el sadhu abrió sus ojos y miró a Deenu. Entonces Deenu le tocó el pie y le preguntó “cuéntame, por favor, ¿cuál es el camino a la verdad?”. 

El sadhu inalterable miró a Deenu y entonces le dijo: “en este estanque hay un pez que contestará tu pregunta. Pregúntale al pez”.  

Deenu fue al borde del estanque y allí vio un pez nadando. Luego de saludarlo, le dijo: “por favor, cuéntame, ¿cuál es el camino a la verdad?”. 

El pez trazó tres círculos con su nado y entonces dijo: “responderé a tu pregunta, pero antes tienes que darme un poco de agua para beber”. 

“¿Algo de agua para beber?”, dijo Deenu, confundido. “Pero tú vives en agua. ¿Cómo es posible que te traiga lo que tú ya tienes?”. 

“Precisamente”, dijo el pez. “De igual modo, tú vives en la verdad. ¿Qué camino puede llevarte hacia donde ya vives?”. 

Traducido por Vadan Juan Camilo Betancur Gómez