Cuentos: La solución perfecta
Sucedió una vez que cierto rey tenía bajo su mando una banda de monos. Los monos eran trabajadores dispuestos, pero tenían su propia manera de comprender las cosas, como el rey conocía bien de su larga experiencia.
Un día, el rey llamó al ministro jefe de los monos y dijo, “Debo salir por unos días y voy a dar a tu gente una tarea. Hay plantitas nuevas en el jardín que deben ser regadas ya que es temporada de calor y no habrá lluvias.”
“El deseo de su majestad será nuestra regla sagrada,” respondió el ministro mono. “Cuidaremos de las plantas como a nuestros propios hijos.”
“Pero ten cuidado,” dijo el rey. “¡No desperdicien el agua! Conozco muy bien a tu gente. Hay suficiente agua en el tanque para cuidar de todas las plantitas mientras yo esté fuera, pero solo si la usan con sabiduría.”
Cuando el rey se marchó, el ministro mono convocó a su gente y dijo, “Escuchen con atención. El rey nos ha dado una tarea, pero, por alguna razón que no puedo entender, piensa que somos tontos. Le demostraremos que podemos ser tan astutos como Salomón el Sabio. He diseñado un plan para regar todas las plantas y no desperdiciar ni una sola gota de agua. Esto es lo que haremos…”
Cuando el rey regresó, fue con el ministro mono a examinar el jardín y encontró, para su pesar, que casi todas las plantas estaban muriendo. “Ministro jefe,” dijo, “¿qué han hecho? Todo el jardín es una calamidad. ¿Se descuidaron de su tarea?”
“¡Ciertamente no, Señor! Mi gente no es responsable del estado del jardín,” dijo el ministro. “Nos ocupamos de las plantas todos los días, sin falta. Y para asegurarnos de no desperdiciar el agua, levantamos cada planta para examinar las raíces. Las de raíces largas recibieron más agua, las de raíces cortas menos. Si están muriendo, no es más que la voluntad del Creador.”
Traducido por Darafshan Daniela Anda