Cuentos: El policía meritorio
Mevlana Yelaluddin Rumi contaba esta historia sobre algo que sucedió en los días de Harún el Justo. Cuenta que había un cierto jefe de policía que durante el día se sentaba en la corte del Califa y cumplía con sus deberes, y todas las noches se le concedía una visita del Khidr, el profeta verde y el guía oculto de los merecedores.
Después de un tiempo, este jefe de policía comenzó a ver su vida en el mundo como nada más que una falsedad y una ilusión sin sentido, y un día, sin previo aviso, se retiró de su puesto. Sin embargo, para su sorpresa, desde el día en que salió de la corte, las visitas del Khidr se detuvieron abruptamente.
A medida que pasaban los días, sin atisbos del Khidr, el hombre comenzó a preocuparse. ¿Había cometido involuntariamente algún error que le había hecho caer en desgracia? Examinó su conducta y su conciencia, pero no pudo encontrar nada que explicara la situación. Entonces, una noche, una voz de intuición le susurró que, dado que las visitas se habían detenido cuando dejó su trabajo, tal vez se reanudarían si regresaba a su puesto.
Al día siguiente, fue donde el Califa y le rogó que le volviera a dar su trabajo. Fue reincorporado inmediatamente y, de hecho, esa noche sus vigilias fueron bendecidas por la visión del Khidr.
El jefe de policía le preguntó a Khidr por qué había dejado de visitarlo y Khidr respondió: “Tu virtud es que te sientas en el diván todo el día y proteges a los pobres y necesitados, y los rescatas de las garras de sus opresores. ¡Has de saber que este servicio vale más para el Invisible que mil retiros Sufis!”.
Traducido por Juan Amin Betancur
Nawab querido, “como anillo al dedo”, para mi, leer este cuento este momento. Gracias por este regalo!