Un corazón para el trabajo
Las noticias sobre Nur Lomas Alto, el nuevo proyecto en una ladera volcánica sobre Quito, Ecuador, son profundamente conmovedoras. Antes de comenzar el retiro en Medellín, hicimos una breve visita al sitio, y quedamos profundamente impresionados por la belleza y la atmósfera del sitio, que es parte de una región que ha sido sagrada para los indígenas desde tiempos neolíticos. Cuando el proyecto fue presentado en Medellín, los rostros brillaban, había lágrimas, y a lo largo de la semana siguiente hubo un nuevo sentido de propósito entre los participantes.
La manifestación es el impulso fundamental del universo–piensa en el poder de una pequeña planta verde para partir la roca, o en la abrumadora necesidad de aparearse en todas las especies–y desde la época de Hazrat Inayat Khan ha habido un anhelo de construir “akashas”* para el trabajo del Mensaje. La iglesia del Sagrado Corazón en París estaba a punto de ser terminada cuando el Maestro se mudó con su familia a Suresnes, y se sabe que soñaba con algo igualmente magnífico como hogar para el amado Mensaje.
No hay que temer que se construya una gran basílica en el Ilaló (el nombre del volcán extinto sobre Cumbayá). Será una estructura más modesta, pero se hará con cuidado y con amor, y servirá como un corazón para bombear la sangre del Mensaje a través de esa parte del mundo. Como Hazrat Inayat señaló, cuando se concibe una nueva vida, el corazón es el primer órgano que se forma.
El Mensaje no pertenece a ningún grupo o región; es enviado a todo el mundo, pero el impulso Divino aún no es ampliamente visible. ¿Qué mayor privilegio podría haber que el de participar en una nueva fase de construcción?
*Akasha significa una capacidad, un espacio o un potencial que hace posible la realización de alguna acción. El cuerpo hueco de un violín forma un akasha en el que el sonido puede resonar.
Traducción: Abdel Kabir Mauricio Navarro J.