Hazrat Inayat: Awakening Beauty (Spanish version)

Hazrat Inayat: El Despertar de la Belleza

P.: Cuando se cree en la belleza, ¿puede uno despertarla en el otro? Si un niño no muestra inclinación hacia la belleza, ¿puede uno enseñarle la belleza? ¿o la belleza no puede ser enseñada?

R.: Si un niño no muestra inclinación hacia la belleza, es simplemente porque algo está cerrado en él. No significa que no exista belleza en él – en toda alma, por malvada o tonta que parezca, la belleza está de todas formas oculta allí. Y es nuestra confianza y esperanza en la grandeza de esa alma la que nos ayudará a encontrar su belleza; en algunas más tarde, en otras más temprano, pero algún día aquello que está escondido debe salir. Únicamente la dificultad está en que todos tengan paciencia; no tenemos suficiente paciencia, esa es la dificultad. La falta de belleza en algunas personas nos golpea tan fuerte que perdemos la paciencia, nos volvemos pesimistas y tratamos de huir de ellas. Al hacerlo, las llevamos a que sean todavía peores. Pero, si tuviéramos la paciencia para resistir, para soportarlo, y la confianza de que en toda alma existe bondad y belleza escondidas en algún lugar, con paciencia podríamos explorarlas y desenterrarlas; algún día tendremos éxito.

Es la apertura del corazón hacia toda alma, cualquiera sea su estado de evolución, la que inspirará a ese corazón con belleza, y al abrir la belleza, encontraremos que esta cobra vida.

La creencia en el alma humana lo lleva a uno a la creencia en Dios. Si alguna vez creemos, por ejemplo, que Dios es el Padre, la paternidad nos enseña que cada niño tiene la herencia del padre, no es solamente una filosofía, es una religión, una moral; y al creer en la belleza divina en cada persona, al mismo tiempo desarrollamos esa belleza en nosotros mismos de forma automática, porque tenemos la creencia. No se desarrollará cuando pensemos: yo tengo esa belleza, pero otra persona no la tiene. Muchas personas hacen esto, piensan ‘Yo la tengo’ en lugar de olvidarse de ellas mismas y pensar que podrán encontrarla algún día en el otro, si sólo tuviéramos la paciencia de esperar. Tan pronto como uno piensa ‘Aquí hay alguien a quien le falta belleza; ¡me alejaré de él! no tiene lo que yo tengo,’ mostramos orgullo y cerramos la puerta que de otra manera podría haberse mantenido abierta para afanarse y trabajar. Y es una debilidad dar la espalda a cualquiera que parezca no tener la belleza que estamos esperando. Es la apertura del corazón hacia toda alma, cualquiera sea su estado de evolución, la que inspirará a ese corazón con belleza, y al abrir la belleza, encontraremos que esta cobra vida.

Tr. Darafshan Daniela Anda

 

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