Hazrat Inayat : Prayer (Spanish version)

Hazrat Inayat: Oración

Con frecuencia la humanidad piensa, “como Dios conoce el corazón de todos los hombres, ¿qué importa si pronunciamos una oración y se hacen gestos o acciones? ¿No sería suficiente sentarse en silencio y pensar en Dios? Y la respuesta es que es acorde a tu grado de consciencia sobre la oración que ésta llega a Dios

A través tuyo Dios experimenta el mundo exterior,
Y tú eres el mejor instrumento para comunicarte con Dios.

Si tu cuerpo está en silencio y solo tu mente está trabajando, una parte de tu ser esta orando y la otra no, porque tu estas conformado de ambos, mente y cuerpo. Entonces cuando la mente está orando el cuerpo debe orar también para hacerlo de manera completa. En realidad, Dios está dentro de ti y como Él esta dentro de ti tu eres el instrumento de Dios; a través tuyo Dios experimenta el mundo exterior y tu eres el mejor instrumento para comunicarte con Dios. Por consiguiente, tu pensamiento, palabra y obra hacen la oración completa.

Luego hay otra idea. La siguiente pregunta es, si Dios ya conoce lo que queremos, lo que es bueno para nosotros, lo que necesitamos, ¿Porque deberíamos pedírselo? Él lo sabe. Para esto en primer lugar yo citaría las palabras de Cristo: “Pedid y recibiréis, llamad y se os abrirá”. En otras palabras, Dios sabe lo que necesitas, Él sabe lo que quieres, pero tu deseo se hace claro cuando es expresado no por tu mente o por tu cuerpo únicamente, sino por todo tu ser. Ese es el secreto.

La pregunta, ¿Por qué Dios necesita alabanza de nuestra parte? ¿Quiénes somos para que debamos alabar a Dios? Se responde de esta manera: Nunca podremos alabarlo demasiado, y nuestra alabanza nunca podrá ser suficiente, pero al mismo tiempo nuestra alma es bendecida con la impresión de la Gloria de Dios cuando lo alabamos. El alma podría alabar a Dios en todo momento y todavía querer alabarlo aún más. Constantemente está hambrienta y sedienta de encontrar la perfección de la belleza. Cuando, con nuestro mayor esfuerzo, alabamos la belleza de Dios, nuestra alma se llena de dicha. Incluso pronunciar el nombre de Dios es una dicha que llena el alma de luz y alegría y felicidad como nada más puede hacerlo.

Traducción al español: Hafiz Juan Manuel Angel 

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.