Hazrat Inayat: Renunciation and Loss (Spanish version)

Con esta publicación continuamos con la explicación de Hazrat Inayat Khan sobre la ley de la renuncia. Los lectores pueden encontrar la reciente publicación de Nargis Dowland acerca de la aniquilación, relevante a la idea de renunciar y dejar ir. 

Renuncia y pérdida 

Hay dos tipos diferentes de renuncia: uno es la renuncia, otro es la pérdida. La verdadera renuncia es aquella que hace una persona que se ha elevado por encima de algo que algún momento apreció; o cuya hambre y sed por el objeto están satisfechos y ya no le es tan valioso como alguna vez fue; o quien quizá ha evolucionado y ve la vida de manera diferente, ya no como la veía antes. 

La renuncia en todos estos casos es un paso adelante hacia la perfección. Pero la otra renuncia es aquella que la persona se ve obligada a hacer cuando las circunstancias evitan que alcance lo que quiere alcanzar o recupere lo que perdió sin esperanza; o cuando, por debilidad de cuerpo o mente, por falta de posición, poder, o riqueza, no puede alcanzar el objeto que desea. Esa renuncia es una pérdida; y en lugar de llevar hacia la perfección arrastra al hombre hacia la imperfección. 

Los sabios, por tanto, renuncian voluntariamente cuando desean renunciar; pero constantemente están en búsqueda de lo que desean lograr. Uno o dos fracasos no los descorazonan; después de cien fracasos volverán a levantarse con la misma esperanza y, finalmente, lograrán lo que han deseado. 

Pero hay otra debilidad, y es retener lo que se ha logrado, y complacerse con lo que se ha alcanzado. Lo que limita al hombre a su triunfo, le despoja de un logro mayor, e incluso evita que a lo largo del tiempo retenga el logro que ya tiene. 

Esta filosofía la vivieron en sus vidas los ascetas que iban de un lugar a otro. La felicidad, comodidad, y buenos amigos que hacían en un lugar, los disfrutaban por un corto tiempo y luego lo dejaban para que no pueda atarlos por siempre. Esto no significa que este tipo de vida debe necesariamente ser un ejemplo para una persona sabia; pero nuestro viaje por la experiencia de vida es también un viaje continuo, y lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, la elevación y la caída de ayer los debemos dejar atrás, y darles la espalda, y continuar con nueva esperanza, nuevo coraje y entusiasmo, confiando al poder todopoderoso del Creador en nuestro espíritu. 

Traducido por Baasit Patricio Carrillo 

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