Hazrat Inayat: La Expansión de la Consciencia, segunda parte
La primera parte de este importante texto de Hazrat Inayat Khan se puede encontrar aquí.
Ahora, con respecto a la consciencia. Naturalmente, cuando la consciencia se ha convertido en algo, esta se ha limitado a sí misma. Aunque en comparación con los árboles, las plantas, las rocas y las montañas, la consciencia del hombre está completamente despierta, sin embargo, no todo ser humano está despierto, él todavía está en cautiverio. Como Rumi menciona en el Masnavi: “el hombre está cautivo en una prisión,” y todo su esfuerzo, todo su deseo es abrirse paso para darse cuenta de la inspiración, la grandeza, la belleza, la felicidad, la paz, independientemente de todas las cosas de este mundo.
Uno llega a esto tarde o temprano, pero hay un anhelo continuo: tanto sabios como tontos, todos se esfuerzan por escapar de esta prisión consciente o inconscientemente. Hay una persona que quizás está muy interesada en sí misma, en su salud o mente, o en sus pensamientos o sentimientos, o en sus asuntos; su consciencia no va más allá de ese pequeño horizonte. No significa que de esa manera él no esté bien. Simplemente ocupa esa cantidad de espacio en la esfera de la consciencia.
Hay otra persona, él se ha olvidado de sí mismo, y dice: “Está mi familia y mis amigos, y los amo,” entonces su consciencia es más grande. O incluso “Por mis ciudadanos, por mi país, por la educación de los niños de mi país, por la buena salud de la gente de mi pueblo”, su consciencia es aún mayor. Esto significa, no que su consciencia sea más grande, sino que él ocupa un horizonte más amplio en la esfera de la consciencia. Entonces, no se sorprendan si un poeta como Nizam dice: “Si el corazón es lo suficientemente grande, puede contener el universo entero”. Esa es una consciencia tal que el universo es demasiado pequeño comparado con esa consciencia. La esfera de esa consciencia es el Absoluto.
No hay ni un solo pedazo de consciencia que se le prive al hombre, pero el hombre ocupa un cierto horizonte, en la medida en la que él pueda expandirse. Para él, el Absoluto puede ser su consciencia. Por lo tanto, en el exterior él es un individuo, pero en realidad no puedes decir lo que es. Es esta idea la que se insinúa en la Biblia cuando se dice: “Sed perfectos como vuestro padre que está en los cielos”. ¿Qué significa esto? Significa que la Consciencia Absoluta es el signo de la perfección, y que no estás fuera de ella. Todos se mueven y viven en ella. Solo nosotros ocupamos tanto horizonte, tanto como [está] en nuestra consciencia, o tanto como somos conscientes.
Esto nos muestra que cada individuo tiene su propio mundo, y el mundo de un individuo es tan pequeño como un grano de lenteja, el de otro es tan grande como todo el mundo. Y sin embargo, en el exterior todos los seres humanos son más o menos iguales en tamaño, uno algo más alto que otro. En tamaño, todo hombre es casi lo mismo, pero en su mundo no hay una comparación de cuán diferente puede ser una persona de otra. Puede haber tantas variedades de la diferencia de mundos en los seres humanos como hay criaturas desde la hormiga hasta el elefante.
Hay una pregunta sobre lo que se ha llamado en las escrituras el cielo y el infierno. ¿Qué es? Es nuestro mundo, nuestra consciencia. Lo que tenemos, en lo que vivimos día tras día y año tras año, y lo que continúa en otro mundo es el cielo, o el otro lugar. Lo que sea que hayamos hecho, es esto lo que estamos experimentando hoy. Y lo que dicen los profetas, que después de la muerte todo será evidenciado, solo significa que en este plano terrenal somos tan poco conscientes de nuestro mundo, estamos tan absorbidos en el mundo exterior, que no sabemos qué mundo hemos creado en nuestro interior. Estamos tan ocupados en el mundo exterior, en nuestros deseos, ambiciones, y esfuerzos, que difícilmente conocemos nuestro propio mundo, como el hombre que trabaja en una fábrica, él está cansado en la noche, y cuando viene a casa lee el periódico. Lo mismo es con cada persona. En cada persona hay tanto del mundo exterior durante todo el día, desde afuera, todo para atraerlo, miles de anuncios, tiendas brillando en electricidad. Llegará el momento en que sus ojos estén cerrados al mundo exterior, que ocupa toda su mente, para tomar consciencia del mundo interior. Eso es lo que está dicho en las escrituras de la siguiente forma: “Uno encontrará lo que uno ha hecho.” Uno no necesita decir “¿Qué será de mí mañana?”. Si uno puede poner la mente en uno mismo, uno puede ver lo que está dentro de la consciencia, de lo que se compone, lo que contiene; entonces uno conocerá hoy el más allá.
Continuará…
Traducido por Yaqin Rodrigo Esteban Anda