¿Qué es consideración?
En una reciente publicación acerca del camino del discípulo, Hazrat Inayat Khan dice que el primer paso en el camino es aprender consideración, e incluso declara que “el nacimiento de la consideración es en realidad el nacimiento del alma”. Pero ¿qué quiere decir con esta palabra “consideración”?
Por lo general, considerar significa pensar cuidadosamente acerca de algo, dar atención a algún asunto, y por lo tanto mostrar consideración hacia una persona implica que estamos pensando en ella – pero ¿hay alguna forma particular en la que debería manifestarse esa consideración? ¿Esto significa que deberíamos estar atentos a los demás, como un diligente siervo? ¿Deberíamos rondar alrededor de ellos, tratando de cumplir todas sus necesidades? ¿O es más sutil que eso?
En ocasiones, Hazrat Inayat contaba una historia sobre una vez que visitó a un cierto doctor en la India. En casa, un pariente estaba enfermo e Inayat fue enviado a retirar una receta de donde el doctor, que era amigo de la familia. El consultorio estaba repleto con quizás quince o veinte personas abarrotadas en una pequeña habitación, entonces Inayat se sentó y esperó. Pensó que, como un favor a la familia, él lo vería rápidamente, pero al contrario, el doctor atendió al primer paciente y luego a otro hasta que todos se habían marchado y solo Inayat quedaba. Entonces el doctor le dijo, “Ahora dime qué es lo que quieres”.
Inayat le explicó y el doctor escribió la receta con calma. Cuando se iba, el doctor le dijo, “Espero que entiendas que no quise verte mientras los otros pacientes estaban aquí. Quería atenderte con tranquilidad”. Inayat concluyó: “Estaba haciéndome un favor, y aunque puso a prueba mi paciencia, fue una especie de majestuoso favor”.
En otras palabras, consideración no es una forma particular de actuar, sino que es una actitud, un estar consciente de los otros y de su situación, y una disposición a adaptarnos a ellos. Eso puede demostrarse con palabras, con hechos, o incluso en silencio, que a veces es el acto más compasivo. Pero el vínculo de simpatía con la otra persona es fundamental para la consideración en el sentido sufi. Es reconocer que su felicidad y nuestra felicidad no están separadas, y es por eso que la consideración nace con el nacimiento del alma.
Mientras sintamos que somos individuos aislados o separados, nuestra alma es solo embrionaria, y cualquier cortesía que mostremos hacia otros será mecánica. Cuando se aflojan los confines del ego y comenzamos a pensar en aquellos a nuestro alrededor, nuestra consideración se vuelve viva, mientras nuestro horizonte comienza a expandirse hacia el infinito.
Traducido por Inam Rodrigo Anda
Querido Nawab,
Siempre llegan las lecturas necesarias. Este tema me ubica nuevamente, me recuerda que escogí un camino y que nada debe distraerme, nada debe justificarme. La consideración es aun mas necesaria con quienes ven en nosotros enemigos. La consideración debe ser una practica, día a día.
Gracias, desde el corazón.