Todavía no está disponible una grabación de audio de esta traducción.
Verdadera Espiritualidad Audio 147
Es la naturaleza humana buscar el misterio en todo: nos encantan los acertijos. Por lo tanto, cuando la gente conoce a una persona altamente espiritual que se sale de su experiencia habitual, a veces asume que “fuerzas invisibles” están trabajando en todo lo que hacen y dicen. Por ejemplo, cuando Hazrat Inayat Khan comenzó su trabajo para el Mensaje en Occidente, a veces abría sus conferencias cantando una invocación muy hermosa llamada Subuhan Azil. En Oriente, esto sería perfectamente natural, ya que era un músico talentoso y altamente preparado, para quien la música era sagrada, y las audiencias allí se habrían conmovido profundamente. De hecho, cuando Inayat era un joven que recorría los Himalayas alrededor de Katmandú, y se encontró con un Mahatma en el desierto, cantó para la gran alma, y recibió una bendición a cambio. En Occidente, sin embargo, algunas personas se encontraron inesperadamente sumidas en una profunda ensoñación por la canción de Inayat, una experiencia que les hizo sospechar que el Murshid estaba utilizando poderes psíquicos para hipnotizar a la gente. Lamentablemente, para no causar alarma, Hazrat Inayat tuvo que renunciar a esta hermosa costumbre.
La espiritualidad no es “sobrenatural”, al contrario, es de lo más natural. Incluso cuando un alma evolucionada muestra habilidades que están más allá del alcance de la persona promedio, y Hazrat Inayat Khan ciertamente tenía tales habilidades, no son en absoluto antinaturales – más bien son la realización del verdadero potencial de la naturaleza humana, la incalculable luz y poder que es nuestra herencia divina. Sin embargo, tales habilidades no son la meta: los fenómenos psíquicos y la realización de milagros no son más que distracciones para el buscador en el camino. Swami Rama, el sabio indio que fue criado desde la infancia por su maestro en el Himalaya y que falleció en 1996, contó la historia de un encuentro con un swami que podía encender fuego con su aliento. Pidió permiso a su gurú para ir a estudiar con este swami, pero su maestro, tras saber quién era este hacedor de milagros, le dijo: “Lo conozco; estudiamos juntos. Nunca pensamos que lograría mucho, y teníamos razón. Ha pasado veinte años aprendiendo a hacer lo que tú puedes hacer con un cerillo. ¿De qué sirve?”.
Para un ejemplo de verdadera espiritualidad, considere la anécdota publicada en el Inner Call como El Poder del Agua, el 2 de septiembre de 2021. Hazrat Inayat Khan recibió la visita de un abogado ateo que estaba enojado por lo que había escuchado de las enseñanzas Sufis, y estaba decidido a demoler al Maestro con todos los argumentos intelectuales a su disposición. Vino, podríamos decir, con los cañones cargados. Después de una hora juntos, el abogado se marchó con un humor muy diferente, estrechando calurosamente la mano del Murshid y diciendo: “Siempre seremos amigos”. El milagroso cambio se produjo por la disposición del Maestro a escuchar, a mostrar respeto y a negarse a entrar en conflicto. Al final, el abogado vio que sus creencias y las de los Sufís no eran tan diferentes después de todo.
En nuestra propia vida, no necesitamos ver auras ni oír voces; podemos dejar el caminar sobre el agua para más adelante. En cuanto a la predicción del futuro, un Sufi lo llamó “robarle a Dios sus opciones”. Un uso mucho más adecuado para nuestro espíritu es simplemente aprender a calmar las tormentas en nuestro propio corazón y mente, porque como dice el Gayan Talas, Luchar con otro hace la guerra, pero luchar con uno mismo trae la paz.
Traducción: Abdel Kabir Mauricio Navarro J.