Vislumbres: un pensamiento de Dios
Una vez estuve en presencia de un gran santo y místico –dijo Hazrat Inayat Khan. Era un compañero de clase* de mi Murshid. Realizó muchos milagros y fue muy venerado por su gran amor por la humanidad, y aconsejó a todos.
Alguien se acercó y le dijo: “Por favor, dígame cómo concentrar mi mente. Cuando estoy en meditación surgen mil pensamientos”.
Él contestó: “¿Qué pensamientos, hermano mío?”
El hombre dijo: “Tengo tantas cosas que hacer. Está mi casa, mi negocio, mi oficina. Todos estos pensamientos surgen cuando deseo pensar en Dios”.
El místico le dijo: “Cada pensamiento que viene, imagínelo como un pensamiento de Dios. No puedes darle una hora a Dios, como si ello fuera un negocio, y darle el resto a tu oficina”.
* “Compañero de clase” en el sentido de estar en la misma tariqa sufí. Otra forma de decirlo sería “Pir-hermano”.
Traducido por Prajnabai Mariana Betancur