Vislumbres : Las puertas del oído
En la siguiente anécdota contada por Hazrat Inayat Khan, que gira en torno al ruido incesante y envolvente de los motores de un barco cuando está en marcha, habla de un adepto, es decir, de alguien que está espiritualmente realizado. Es posible que el adepto fuera el propio Hazrat Inayat, y que éste no quisiera presentarse en este relato.
Un adepto estaba sentado en un barco con una persona común y corriente, y esta persona dijo: “¡Oh, qué terrible es este ruido que no cesa! Me destroza los nervios. ¡Es terrible, terrible, terrible! Oír esto sin cesar, día y noche, casi me vuelve loco”.
El adepto dijo: “No lo oía hasta que me lo recordaste. Lo oigo cuando quiero oírlo; no lo oigo cuando no quiero oírlo”.
Esa es la idea. Ambos tenían el sentido del oído, pero uno tenía el poder de cerrarlo y de abrirlo. El otro tenía las puertas de su sentido del oído abiertas pero no podía cerrarlas.
Traducido al español por Arifa Margarita Rosa Jáuregui