Guest Room: My Light has illuminated your whole being
Juan Amin Betancur
My thoughts I have sown on the soil of your mind; My love has penetrated your heart;
My word I have put into your mouth; My light has illuminated your whole being;
My work I have given into your hand.Hazrat Inayat Khan
In this beautiful reading from the Gayan, it is our loving Father who speaks to us. In one of its phrases we can feel that His soft voice tells us from our very heart, ‘My Light has illuminated your whole being.’
We have all sometimes seen in beautiful prints, or much better, we have witnessed at some point the way the sunflower, with the first rays of daylight begins to follow the sun, to admire it at its zenith and then accompanies it until it is lost in the fading sunset. The sunflower then stops its movement and sleeps in the night, and again, when the sun rises, it raises its crown of petals to follow it again, and so on all the days of its short life.
And in the same way, our planet revolves around the sun, our solar system revolves around the galaxy, our galaxy revolves around the universe, and all this fantastic and startling creation, although small and minute, turns exultant around its magnificent, inexhaustible Source, that guides it in a growing process of continuous consciousness of inseparable totality.
We could begin every day of our brief existence feeling that we offer a permanent Zikar, in which at dawn we look, like that sunflower, for the light of God, so as not to lose even a small ray of His Light, and continue with it until dusk, delivering us full of hope to the dawn of the new day.
* * *
Mis pensamientos los he sembrado en el suelo de tu mente,
Mi amor ha penetrado tu corazón,
Mi palabra la he puesto en tu boca, Mi luz ha iluminado todo tu ser,
Mi trabajo lo he dado a tus manos.669, Música Divina, Hazrat Inayat Khan
En esta hermosa lectura del Gayan, es nuestro amoroso Padre quien nos habla. En una de sus partes podemos sentir que Su suave voz nos dice desde nuestro mismo corazón, ‘Mi Luz ha iluminado todo tu ser’.
Todos hemos visto alguna vez en hermosas estampas, o mejor aún hemos presenciado en algún momento la forma en que el girasol, con los primeros rayos de luz del día, comienza a seguir al sol para admirarlo en su cenit y luego lo acompaña hasta que se pierde en el arrebolado atardecer. El girasol detiene entonces su movimiento y duerme en la noche, y de nuevo, cuando sale el sol, levanta su corola para volver a seguirlo, y así durante todos los días de su corta vida.
Y así mismo, nuestro planeta gira alrededor del sol, nuestro sistema solar gira alrededor de la galaxia, nuestra galaxia gira alrededor del universo, y toda esta fantástica y sobrecogedora creación, aunque pequeña y diminuta, gira exultante alrededor de su magnífica Fuente inagotable, que la guía en un proceso de conciencia creciente y continuo de totalidad inseparable.
Podríamos comenzar todos los días de nuestra breve existencia sintiendo que ofrecemos un Zikar permanente, en el que al amanecer busquemos, como ese girasol, la luz de Dios, para no perder siquiera un pequeño rayo de su Luz y sigamos con ella hasta el atardecer, entregándonos llenos de esperanza hasta el despuntar del nuevo día.
Juan Amin Betancur
Muchas gracias querido Amin. ¡Que podamos abrir nuestro corazón para que las nubes se dispersen y Su luz nos ilumine!
Gracias Amín, por esta inspiradora reflexión. Aun en las noches más oscuras, el girasol inclina su cabeza hacia donde está la fuente de luz, como si mantuviera una conexión que va más allá de la tierra.