Hazrat Inayat: Sobre el dolor
El dolor tiene dos orígenes: la mente y el cuerpo. A veces es causado por la mente y ayudado por el cuerpo, y otras es causado por el cuerpo y ayudado por la mente; y es la armonía, la cooperación de los dos la que sustenta el dolor. Si uno estuviera ausente, o no participara del dolor sugerido por la otra parte del ser, el dolor no existiría, y si existiera desaparecería. El cuerpo, siendo servidor de la mente, nunca puede negarse a soportar el dolor infringido por la mente, pues no tiene voluntad propia; es solo la mente la que puede negarse, si estuviera entrenada para hacerlo.
La doctrina que alguna gente tiene en la que no hay cosa tal como el dolor es de mucha ayuda en el entrenamiento de la mente, aunque su verdad puede ser cuestionada. Si es cierto que no hay cosa tal como el dolor, sólo puede ser verdadera en el sentido que todo en este mundo es una ilusión, no tiene existencia propia, no existe en la realidad, en comparación con la Realidad última que es. Pero si una persona dice que es solo el dolor lo que no existe, pero que la alegría y las demás cosas existen, entonces está errada.
Entre los sufíes, los derviches han tratado de hacerse resistentes al dolor infligiéndose heridas crueles, como azotes sobre los brazos desnudos o cortando los músculos del cuerpo o perforando el cuerpo con cuchillos o sacando los ojos de sus cuencas y poniéndolos nuevamente en su lugar, de lo que he sido testigo presencial. A través de esto ellos han descubierto una verdad y se la han entregado al mundo pensante: que la mente puede rehusar tomar parte del dolor corporal, y al hacerlo la mente, el dolor corporal se siente mucho menos de lo que de otra manera podría sentirse. Cuando la mente avanza para recibir dolor corporal por miedo o autocompasión, aumenta el dolor y lo hace mucho mayor de lo que sería de otra manera. Las propiedades que el miedo o la autocompasión agregan al dolor son el noventa y cinco por ciento. Y la primera cosa que el sanador debe hacer al curar pacientes que sufren dolor es borrar el dolor de la superficie de la mente del paciente por medio de la sugestión y también con su poder sanador. Pues en ausencia de ayuda por parte de la mente, el cuerpo debe abandonar el dolor, ya que no tiene poder para mantenerlo más tiempo en ausencia de la mente.
Traducido por Prajnabai Mariana Betancur.