Hazrat Inayat: Despertando en el Año Nuevo pt III
Con este artículo, concluimos la conferencia clara y muy inspirada de Hazrat Inayat Khan del 3 de enero de 1926, en la ciudad de Nueva York. La conferencia comienza con este título, y continúa aquí.
Ahora, sobre otro aspecto relacionado con las facultades de la mente. La mente tiene cinco facultades: memoria, pensamiento, juicio, sentimiento y razón. El sentimiento es la facultad más importante. Por eso, a esa parte de la mente se le llama corazón. El pensamiento sale a la superficie y esa parte se llama mente. Corazón y mente es una y la misma cosa. La mente es la superficie del corazón y la profundidad de la mente es el corazón. Cuando una persona dice, siento en la mente un gran afecto, está en el corazón. Cuando dice, pienso muy bien de alguien, es su mente.
Un gran místico de Hyderabad dijo en su poesía que todo el cosmos puede convertirse en una burbuja en el corazón del hombre si está lo suficientemente ensanchado. Si existe la posibilidad de que el corazón se convierta en un océano en el que el universo parezca una burbuja, qué grande y qué misterioso es el hombre mismo. Su búsqueda de pequeños misterios es en vano. El hombre es un misterio en sí mismo, y un gran misterio si puede explorar su mente, sumergirse profundamente en su propio corazón y ver sus fenómenos. Entonces toda la vida se convierte en un fenómeno. En cada momento no vería más que fenómenos. Ninguna otra maravilla en el mundo lo sorprendería, porque esta maravilla en sí mismo es mucho mayor.
Y luego hay un mundo moral que es aún mayor y que debe ser explorado dentro de nosotros mismos también. Si uno supiera lo que hace un sentimiento amargo y lo que hace un sentimiento afectuoso, cómo se separan, se expanden y penetran a través del espacio y lo que producen, uno se maravillaría en la vida. Se ven y sin embargo, su corazón está cerrado a esta verdad. Hay una acción psicológica que es causada por cada persona en todo el cosmos. Cada pequeño pensamiento y sentimiento que surge en el corazón de una persona, antes de que se materialice y se manifieste en la superficie, tiene su acción en el mundo interior. Ya sea alegría o pena o armonía o desarmonía en el mundo interior, todo actúa sobre aquellos que saben y no saben. Una persona puede sentir y no decir, o puede decir y puede no ser escuchada, o puede hacer algo y puede que no se vea y, sin embargo, lo que se hace tiene su efecto, ya sea un error o lo correcto o un efecto bueno o malo. Y aunque el hombre piensa que es su acción individual o pensamiento o sentimiento, puede tener un efecto en todo el cosmos. No pensamos nunca y allí eso lo está esperando. Con todos los ladrones y criminales y la traición y el engaño en este mundo, ¿puedes decir con los ojos abiertos que alguien puede salirse con la suya con algo que no era su derecho, que no le pertenecía? Quizás en la superficie. Pero luego hay un gobierno, un gobierno interno, y ese gobierno tiene funcionarios en todas partes que atraparán a una persona dondequiera que vaya. Cada grano de comida que comemos y cada gota que bebemos, cada soplo de aire fresco que tomamos, todo tiene su impuesto que tendremos que pagar. Ese es el fenómeno moral en el que tan pocos piensan. Vivimos en este mundo intoxicados por lo que hacemos y queremos hacer y eso nos embriaga tanto que no vemos más allá. Pero hay mucho por ver que vale la pena.
Y luego llegamos al aspecto espiritual de nuestro ser para ser explorado. Y ese aspecto está conectado con nuestra fuente y con nuestro objetivo. Llámalo Dios o llámalo espíritu o llámalo nuestro yo real o el absoluto, es lo mismo. Y al conocer esa relación podemos saber muchas cosas. Podemos entender por qué venimos aquí y por qué volvemos y qué hay que cumplir en este mundo y dónde se encuentra nuestra verdadera felicidad y paz. Podemos entender el significado de la verdad que las palabras nunca pueden explicar, y la relación con y la diferencia que nos mantuvo alejados de Dios.
Si el hombre explora las facultades que pueden ser exploradas en su cuerpo y en su mente y su efecto e influencia moral, si puede darse cuenta de esto, puede alcanzar esa felicidad espiritual que lo conecta por un hilo con Dios y que lo mantiene conectado en tierra con los cielos, y que lo convierte en una entidad que está conectada con todo el cosmos. Es con esta comprensión que el hombre vive una vida más plena. No necesitamos vivir la vida de un hacedor maravilloso o de un hombre vacío y curioso. Lo que hoy necesitamos para nosotros es vivir una vida más plena a partir de descubrir la inspiración. Si esa es nuestra ocupación, es una parte de nuestra ocupación en la vida que debemos pensar que hemos venido aquí a cumplirla.
Dios los bendiga y feliz año nuevo.
Traducido al español por Arifa Margarita Rosa Jáuregui