El 5 de julio es el cumpleaños de Pir-o-Murshid Inayat Khan; nació ese día en 1882, en la gran casa de su abuelo, Maulabakhsh, en Baroda, India. Especialmente durante los días del Maestro en Suresnes, cuando los mureeds se reunían allí para la Escuela de Verano, era la costumbre celebrar su cumpleaños con mucha alegría y gratitud. Su hijo, Murshid Hidayat, solía recordar que, para el cumpleaños, o Día del Viladat como se lo llama, un mureed siempre llegaba de Suiza con el auto lleno de rosas amarillas. En 1925, el día del Viladat cayó en un domingo, y además de las acostumbradas celebraciones y discursos, Hazrat Inayat dio la siguiente charla a un grupo de cherags, es decir, aquellas personas que fueron ordenadas en la actividad del Culto Universal.
Deseo hablar a mis cherags sobre el tema de las oraciones que usamos en el servicio. Hay una oración para cada período de la evolución humana. Las oraciones que han sido entregadas en el pasado entre los hindús, el pueblo de Beni Israel, en la iglesia cristiana, entre la gente del Islam, han sido entregadas en ese período particular para el que fueron concebidas como la clave para la salud, la inspiración y la felicidad. Las oraciones usadas en el Culto Universal: Saum, Salat y Khatum, tienen una importancia interior además de su significado exterior. Estas oraciones no son sólo alabanza a Dios o acción de gracias, sino que son también para atraernos más, más cerca del divino ser. Esta es la Misión del Mensaje Sufi hoy. Por lo tanto, es fundamental mantener las palabras de estas oraciones exactamente, para que ustedes puedan dárselas a futuras generaciones en una forma auténtica, incontaminada. Con esto estarán haciendo un gran servicio a Dios y a la humanidad. No deberían intentar añadirles algo o quitarles algo para crear belleza. Porque si cada persona hace un cambio, al final del año será una oración completamente diferente. Estas oraciones son demasiado sagradas para tocarlas, porque no provienen de un cerebro humano, han emanado de la lengua de Dios. Y es con este entendimiento que uno se beneficiará completamente de las oraciones del Culto Universal.
Estas oraciones incrementan la inspiración y el poder mientras más uno las repite. Mientras más las repitan, más serán bendecidos, mayor se volverá su poder psíquico, y despertará la inspiración. Si hay cualquier deseo profundo que uno tenga, mediante la repetición de estas oraciones, ese deseo se cumplirá. Pero la mayor bendición es que nos ayudan a acercarnos más y más a Dios, la búsqueda de toda alma.
Ustedes encontrarán que las personas que no están acostumbradas a los diferentes nombres mencionados en Salat, se vuelven sensibles y nerviosas por repetirlos. Deben tomar todo esto en silencio y con tolerancia, porque deben verlo como algo natural. A lo que no se está acostumbrado es extraño para uno, así sea un terrón de azúcar, una persona lo llamará veneno. Al forzar a las personas incapaces de entender la belleza de esto, ustedes reducirán la belleza y santidad de la oración. Cuando escuchen a una persona mencionar su renuencia a repetir la oración, lo mejor es no decir nada. Sin importar cuan buena sea la oración, si una persona no desea decirla y la repite a la fuerza, no le hará ningún bien. El alimento más nutritivo comido sin ganas, no puede digerirse ni ser beneficiado por él. Pero ustedes pueden ver la belleza de Salat como la belleza de una rosa con muchos pétalos, una flor y muchos pétalos. Cada nombre que ustedes repiten en Salat es un pétalo que hace la flor. La oración Salat crea la encarnación de las almas iluminadas; es la encarnación la que puede llamarse Cristo, en otros términos Rasul, en otros términos Boddhishatva.
Y la tercera oración, Khatum, es una respuesta a la necesidad de hoy, que es reunir las secciones divididas de la humanidad en la comprensión de la verdad, que es el principal objetivo del Mensaje Sufi.
Traducido por Inam Rodrigo Anda