Hazrat Inayat: Construcción del Carácter Pt I
Hazrat Inayat hace distinción entre la naturaleza de una persona, es decir aquello con lo que nacemos, y el carácter que se construye por nuestros hábitos de pensamiento, palabra y obra.
La fuerza de voluntad juega un gran papel en la construcción del carácter. Y la fuerza de voluntad se debilita cuando la persona cede a toda pequeña tendencia, inclinación y antojo que tiene; pero cuando la persona lucha contra todo pequeño antojo, tendencia e inclinación, aprende a pelear consigo misma, y de esa manera desarrolla la fuerza de voluntad. Cuando las inclinaciones, antojos y tendencias se vuelven más fuertes que la fuerza de voluntad la persona experimenta en la vida muchos enemigos que existen en su propio ser y le resulta difícil combatirlos pues las inclinaciones, antojos y tendencias cuando son poderosas no dejan que la fuerza de voluntad trabaje en su contra. Si algo como la auto negación existe, es esa práctica; y a través de esta práctica con el tiempo alcanzamos un poder que puede llamarse maestría sobre nosotros mismos.
En pequeñas cosas de la vida diaria uno niega estas consideraciones pues piensa “Estas son mis tendencias, mis antojos, mis inclinaciones y a través de respetarlas me respeto a mí mismo. Teniéndolas en cuenta me tengo en cuenta a mí mismo” Pero uno olvida que lo que llama mis no es uno mismo, es lo que uno quiere que uno mismo sea. Por lo tanto, en la oración cristiana se dice “Hágase tu voluntad” que significa, Tú voluntad cuando trabaja a través mío, en otras palabras, mi voluntad que es Tu voluntad sea hecha. Es esta ilusión de confundir lo que uno posee con uno mismo lo que crea la ilusión y aparta al hombre de su auto realización.
La vida es una batalla continua. El hombre lucha con cosas que están fuera de él, y así da una oportunidad a los enemigos que existen en su propio ser. Por lo tanto, lo primero que se necesita en la vida es hacer las paces por un momento con el mundo exterior, y prepararse para la guerra que hay que pelear dentro de nosotros mismos. Una vez que se hace la paz al interior, ganamos la fuerza y poder suficientes para usarlas en las luchas de la vida interior y exterior. La auto compasión es la peor pobreza. Cuando una persona dice “Yo soy…” con lastima, antes de decir cualquier otra cosa se reduce a sí misma a la mitad de lo que es, y lo que se dice después la reduce completamente. Nada queda de ella después. Hay tanto en el mundo que uno puede lamentar y que sería correcto de nuestra parte lamentar, pero si no tenemos tiempo libre de nosotros mismos, no podemos ofrecer nuestra mente a otros en el mundo. La vida es un largo viaje, y mientras más atrás dejemos nuestro ego, más habremos progresado hacia el objetivo. Realmente cuando se pierde el falso ego se descubre el verdadero ser.
Continuará…