Hazrat Inayat : La Construcción del Carácter pt IX
Hazrat Inayat Khan explica ahora el daño que nos hacemos a nosotros mismos y a los demás al caer en la tendencia al chisme o hablar de los demás -normalmente de forma negativa- en su ausencia. La entrada anterior de la serie está aquí.
Hay que recordar que se demuestra falta de nobleza de carácter por la afición a los chismes. Es muy natural, y sin embargo es una gran falta en el carácter abrigar la tendencia a hablar de los demás. Uno muestra una gran debilidad cuando hace comentarios sobre alguien a sus espaldas. En primer lugar, va en contra de lo que puede llamarse franqueza, y también es juzgar a otro, lo que está mal según la enseñanza de Cristo, que dice: “No juzguéis, para que no seáis juzgados”. Cuando uno permite que esta tendencia permanezca en uno, se desarrolla el amor a hablar de los demás. Es un defecto que existe comúnmente, y cuando se encuentran dos personas que tienen la misma tendencia, chismorrean juntas. Uno ayuda al otro, uno anima al otro. Y cuando algo es apoyado por dos personas, por necesidad se convierte en una virtud, aunque sólo sea por el momento.
Cuántas veces olvida el hombre que, aunque hable de alguien en su ausencia, lo hace en presencia de Dios. Dios todo lo oye y todo lo sabe. El Creador sabe de sus criaturas, de sus virtudes y defectos. A Dios le disgusta oír hablar del defecto de Su criatura, como a un artista le disgustaría oír los malos comentarios que alguien hiciera sobre su arte. Aunque reconociera el defecto de su arte, seguiría prefiriendo encontrarlo él mismo, y no otra persona. Cuando una persona habla en contra de alguien puede que sus palabras no lleguen al otro, pero sí sus sentimientos. Si es sensible, sabe que alguien ha hablado contra él; y cuando ve a la persona que ha hablado contra él, lee en su cara todo lo que ha dicho, si es sensible y de vista aguda. Este mundo es una casa de espejos, el reflejo de uno se refleja en otro. En este mundo, donde tantas cosas parecen ocultas, en realidad nada permanece oculto; todo, en un momento u otro, sale a la superficie y se manifiesta a la vista.
Cuán pocos en este mundo saben el efecto que produce en la personalidad hablar mal de otro; ¡qué influencia tiene en el alma! El yo interior del hombre no sólo es como una cúpula donde todo lo que dice tiene eco, sino que ese eco es creativo y productivo de lo que se ha dicho. Cada cosa buena y mala en la vida de uno se desarrolla interesándose en ella. Cada defecto que uno tiene, mientras sea pequeño, uno no lo nota; y así uno desarrolla el defecto hasta que resulta en una decepción.
La vida es muy valiosa, y se vuelve más y más valiosa a medida que uno se vuelve más prudente; y cada momento de la vida puede ser utilizado para un propósito mucho mayor. La vida es una oportunidad, y cuanto más nos demos cuenta de ello, más aprovecharemos la oportunidad que nos ofrece la vida.
Continuará…
Traducido al español
por Arifa Margarita Rosa Jáuregui