Hazrat Inayat: Oriente y Occidente pt. I
La oración sufí Saum habla del “Señor Dios del Este y del Oeste”, que es una manera de decir “Todos – desde un horizonte hasta el otro.” Pero también puede relacionarse con las diferentes direcciones en las que la humanidad se desarrolla, y Hazrat Inayat Khan, habiendo vivido en ambas culturas, la oriental y la occidental, entendió bien eso. Aunque el mundo ha cambiado mucho externamente desde que esto se escribió, sus percepciones fundamentales aun aplican.
Todo lo que yo, como sufi, un ser universal, he aprendido de mi experiencia en ambos Oriente y Occidente es que ahora puedo apreciar los méritos y también entender los defectos de los dos imparcialmente.
Aunque el oriente ha progresado en una medida inimaginable en algunos aspectos de la vida, esto nunca ha sido reconocido completamente. En otras palabras, no ha sido suficientemente fructífero, porque su progreso ha sido individualista y no general. También la auto satisfacción, vinculada con la pereza y la imprudencia lo retrasa en alto grado del avance material. Es triste ver que los estudiantes orientales frecuentemente adoptan las cualidades menos deseables de occidente, tales como la extravagancia, la diversión excesiva y la exclusividad, en lugar de su coraje, su poder de organización y su muy maravilloso conocimiento de la administración.
En muchos casos los orientales occidentalizados se tornan indiferentes hacia su propia gente, debido a las diversas direcciones de pensamiento que retrasan su unidad. La actual condición desequilibrada del oriente es tal que el hombre con intelecto es, como si fuera, desequilibrado de cuerpo, mientras que los sanos de cuerpo son mentalmente inestables. La persona espiritual está perdida en el espíritu, y la persona materialista esta absorta en la materia; así, el primero es un ángel mientras que el otro es un animal. Sin duda el estado desequilibrado de oriente lo ha privado por el momento de ambos, del mundo y de Dios.
El oriente puede aprender una lección de orden de occidente, pues en esta carencia está la raíz del declive. También puede aprender equilibrio y moderación en muchas cosas, y cooperación entre todas las clases sin distinción de castas o credos. Aunque el oriente ha enseñado al mundo la lección de hermandad, aun sus hijos parecen olvidar practicarla con ellos mismos; el hermano hace caer a su hermano y el egoísmo es creciente, especialmente en India.
Oriente debería también imitar la regularidad de los métodos occidentales de trabajo y descanso, al igual que su actividad comercial, junto con su amor por la investigación.
El espíritu independiente de occidente es muy loable entre las mujeres al igual que entre los hombres. Su amor por viajar, la pulcritud y comodidad de sus hogares, y el compañerismo del hombre y la esposa – todos estos son muy loables, y especialmente en el presente cuando dos extremos, sea una gran adoración o la completa subordinación de la mujer, existen en oriente.
“El hombre es colocado en la prisión de la tierra,
para demostrarle que está en bancarrota ante Dios”
Rumi
Por otro lado, occidente debería adoptar la adaptabilidad a las circunstancias de oriente y su sencillez de vida. En una época en la que la civilización moderna está incrementando las necesidades de una vida artificial hasta tal punto que, mientras más rico se hace el hombre más avaro se vuelve, entonces la lección más valiosa y necesaria para el occidente es el código moral de oriente, que los viajeros europeos con frecuencia pasan por alto bajo el manto de la sencillez.
La moral oriental exalta la tolerancia, la renuncia, la confianza, la fe y la credibilidad al tiempo con la inocencia, la alegría, la paciencia, la modestia, la compasión, la hospitalidad y un amor por la humanidad que puede incluso elevarse a las más altas cumbres del auto sacrificio. Estos méritos, aunque están para ser encontrados en todo el mundo, están especialmente idealizados y alcanzan la culminación máxima en el oriente. Si las verdades mencionadas pudieran ser comprendidas completamente por aquellos estudiantes que están ocupados en el intercambio de ideas y formas de pensamiento en ambas partes del mundo, la Gran Armonía profetizada para el mañana de todos nosotros ¡vendría seguramente hoy!
Continuará…
Traducción al español: Hafiz Juan Manuel Angel